Se han instalado nuevas medidas de seguridad en las carreteras TF-21 y TF-24 tras el incendio ocurrido en Tenerife el pasado 15 de agosto. Estas vías han sido afectadas por el fuego, y el Cabildo ha trabajado en su restauración.

El consejero de Carreteras, Dámaso Arteaga, señala que, aunque se han realizado labores de restauración desde la reapertura de las carreteras, se mantienen algunas restricciones.

La limitación de velocidad se mantiene en estas vías a 50 km/h, y se prohíbe la circulación de vehículos de dos ruedas (motos, bicicletas) y vehículos de más de 12 metros de longitud en las zonas afectadas. Estas restricciones aplican a la TF-24 entre el Cruce de Machado (Preventorio de La Esperanza) e Izaña, así como en la TF-21 desde el acceso de La Caldera hasta el Portillo Bajo.

Los miradores en las carreteras de las zonas afectadas por el incendio están disponibles para los conductores, con la posibilidad de detenerse donde sea seguro y cumpla con las normas de seguridad vial.

Desde el gobierno insular explican que “debido a la escasez de barreras de seguridad en stock, se tuvo que realizar un pedido externo, lo que retrasó su reposición”. Además de la instalación de estas medidas de protección, se está llevando a cabo el repintado de las carreteras. Se espera que todas las labores de restauración finalicen en diciembre.

En ese sentido, el Cabildo destinó 2,1 millones de euros para la reparación de las carreteras afectadas por el incendio forestal que comenzó en agosto pasado.