Las gestiones del Ayuntamiento ante el área insular de Política Territorial logran que el Cabildo de Tenerife lleve a su próxima reunión del Consejo de Gobierno la supresión definitiva de la Operación Singular Estructurante (OSE) de Cabo Blanco del planeamiento insular y la ordenación de ese suelo en manos municipales y de sus vecinos, una vez aprobada la supresión por el pleno insular.
La denominada “macrociudad de Cabo Blanco” es historia después de que los trámites realizados por el Ayuntamiento de Arona hayan logrado que el Cabildo de Tenerife lleve su supresión definitiva a la próxima reunión del Consejo de Gobierno, tal y como había defendido el actual grupo de gobierno municipal y había sido, incluso, aprobado por el Pleno del Ayuntamiento en una moción institucional.
Este proyecto, que preveía el desarrollo de una gran área residencial de más de cuatro millones de metros cuadrados entre Cabo Blanco y Buzanada, había sido incluido en el Plan Insular de Ordenación (PIOT) en 2002, con el objetivo de dar respuesta al gran crecimiento poblacional de la Comarca Sur, incremento que, según este plan, sería absorbido casi en su totalidad por el municipio de Arona.
La clara oposición a esa ordenación establecida y las gestiones realizadas tanto por el alcalde de Arona, José Julián Mena, como por la Concejalía de Urbanismo, que dirige Luis García, ante el área insular de Política Territorial, cuyo titular es Miguel Ángel Pérez, han logrado que esta operación, denominada Operación Singular Estructurante (OSE), sea llevada para su aprobación por el Consejo de Gobierno insular, lo que permitirá que sea eliminada del PIOT, con lo que su ordenación de ese ámbito quedará únicamente en manos municipales y de sus vecinos. Anteriormente, ya había pasado el primer escollo ante el pleno de la corporación insular.
Mena: “Un crecimiento sostenible”
La “gran ciudad de Cabo Blanco” preveía una concentración entre este núcleo y Buzanada de más de 100.000 personas, una posibilidad que había sido rechazada tanto por Mena como por el conjunto del grupo de gobierno, que inició los trámites para su eliminación desde el inicio del actual mandato.
Con la entrada en vigor de la Ley del Suelo los trámites para su supresión se vieron notablemente favorecidos, si bien era necesaria su traslación por parte del pleno del Cabildo para hacerla efectiva. De ahí, ha pasado al Consejo de Gobierno, lo que permitirá que, a partir de ahora, la ordenación de esa zona quede únicamente en manos del Ayuntamiento de Arona.
José Julián Mena ha explicado que “el modelo de municipio y de ciudad que planteamos para Arona se aleja de la construcción de pueblos dormitorios, pero también de un crecimiento residencial desmesurado frente a otros usos más sostenibles, como planificar suelos dotacionales, infraestructuras o equipamientos, tanto públicos como privados”.