Adaya Martín y Aday Salas se coronaron como los campeones indiscutibles de la octava edición de la Milla del Fuego de la Villa de San Juan de la Rambla, que tuvo lugar el sábado 30 de septiembre pasado. En la categoría femenina, el podio fue compartido por Yurena Domínguez en la segunda posición y Estefanía Sánchez en la tercera. Mientras que en la categoría masculina, Raúl del Toro quedó en el segundo lugar y Agoney Díaz en el tercero.
El evento, que fue organizado por el Ayuntamiento a través del área de Deportes dirigida por Jonay Méndez y en colaboración con la empresa TRACE Tenerife, atrajo a cientos de atletas a las calles del Casco Histórico desde las 17:00 horas. El recorrido se desarrolló en la Avenida de La Libertad y consistió en un circuito circular de 1609 metros. Las categorías de participantes abarcaron desde los más jóvenes, los Pitufos, hasta los Veteranos M70 y superiores. La entrega de premios se llevó a cabo en la plaza Rosario Oramas de San Juan.
En esta edición, contamos con la destacada presencia de Aythami Afonso, un atleta local que apadrinó el evento. Afonso ha acumulado un impresionante historial al obtener el cuarto puesto en el Campeonato de Europa Sub23 de atletismo en la modalidad de 20 kilómetros marcha en Finlandia, y se ha convertido en subcampeón de España Sub23 en la modalidad de 10 kilómetros marcha en el campeonato celebrado en Tarragona.
También se rindió un emotivo homenaje a Pedro Ángel Gómez Barreto, un ex funcionario de la administración local que ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo del deporte en el municipio, tanto como funcionario público como destacado periodista deportivo.
Es relevante recordar que la “Milla del Fuego” toma su nombre en honor a las tradiciones autóctonas de la localidad, que utilizan el fuego como elemento central en festividades como el Resonar del Bucio, la Fiesta del Humo o el Encendido del Risco del Mazapé. Esta carrera no solo tiene como objetivo promover la práctica deportiva como un hábito saludable, sino también servir como una excusa para promocionar los atractivos históricos de los edificios en San Juan, logrando una perfecta fusión entre deporte y patrimonio histórico, ya que se desarrolla en uno de los rincones más hermosos del norte de la isla.
