El rodaje en exteriores españoles de varios episodios de la exitosa serie “Juego de tronos” nos recuerda que España ha sido plató del cine Hollywood desde hace más de sesenta años.
Desde mediados del siglo XX, pueblos y espacios naturales de España son los escenarios de películas míticas: “El bueno, el feo y el malo”, “Doctor Zhivago”, “Campanadas a medianoche”, “55 días en Pekín”, “El imperio del Sol”…Cinco y acción. La cámara empieza a rodar: los actores se mueven, hablan. Los directores obtienen metrajes de uno, dos, tres minutos. Repetirán el “Cinco y acción” diez veces, cien veces, doscientas veces, hasta lograr tomas perfectas. Luego vendrá el montaje, escena a escena, de la película que, finalmente llegará a la pantalla. Pero antes, todo un equipo técnico tendrá que esforzarse para encontrar los lugares más apropiados para el rodaje. Y en cuestión de escenarios para rodajes, toda España es un plató.
Porque en España se rodaron películas míticas, como “El bueno, el feo y el malo”, de los míticos Sergio Leone y Clint Eastwood, con Eli Wallach y; “Doctor Zhivago”. La primera gran producción de Hollywood en España sería “Orgullo y pasión”, protagonizada por Cary Grant, Frank Sinatra y Sofía Loren. Se rodó en Segovia, El Escorial, Puerto del Pico, Torrelaguna y Santiago de Compostela.
Moby Dick y Las Canarias
Finalizando 1954, el mítico John Huston revolucionó Las Palmas de Gran Canaria. Llegaron a la ciudad más de cien técnicos, de Inglaterra y Estados Unidos para rodar la parte final de Moby Dick, cuando el capitán Ahab, del ballenero Pequod, clava sus arpones en uno de los costados de su gran enemigo, la gran ballena blanca que le obsesionó hasta enloquecerle. Junto a los artesanos autóctonos construyeron en dos meses la réplica de la gran ballena blanca, de más de 65 metros de largo, más los botes balleneros, de la mitad del siglo XIX, desde los que actuaban los arponeros. Los detalles de la estancia de Huston en Las Palmas de Gran Canaria están en “A libro abierto” (Espasa Calpe).
La película, basada en la obra de Hermann Melville, con guión de John Huston y Ray Bradbury, tuvo como principal protagonista a Gregory Peck. Uno de los momentos más memorables del film es el sermón del padre Mapple, interpretado por Orson Welles. La película costó en su tiempo 4,5 millones de dólares, resultando la más taquillera del año en Estados Unidos.
Orson Welles y España
El cineasta Orson Welles, un genio de la cinematografía mundial, inició una relación apasionada con España en 1953, cuando llegó para rodar “Mr. Arkadín”. El flamenco, los toros, la Feria de Sevilla le atraparon… al igual que las pinturas de Goya y Velázquez, sin olvidarse de la figura mística del Quijote. Finalizando los años 50 recorrió ciudades y pueblos de España junto a su tercera esposa, la actriz italiana Paola Mori, realizando documentales sobre España para la RAI italiana. Y conoció a Emiliano Piedra, productor que invirtió bastante dinero en alguna de las “locuras” de Welles, como la adaptación del “Falstaff”, de Shakespeare, en “Campanadas a medianoche” (1965). La película se rodaría en distintos lugares de Soria: Calatañazor, Puerto de Piqueras, Monasterio de Santa María de Huerta, Barriomartín, Sierra de Aralar…
También rodó 20.000 metros para su película “Don Quijote”: se conservan dos secuencias montadas, una de ellas con sonido. Únicamente queda una versión montada por Jesús Franco (Jess Franco, un gran director de película B), que trabajó con Orson Welles.
Las cenizas de Welles fueron esparcidas por su hija Beatriz en 1987, dos años después de su muerte en Los Ángeles (USA), en un pozo situado en la finca malagueña “El recreo de san Cayetano”, del que fuera su gran amigo el torero Antonio Ordóñez.
Samuel Bronston
Productor de cine estadounidense, de origen ruso, Samuel Bronston (Chisinau, actual Moldavia, 1908 – Sacramento, California, 1994) creó su propia productora en 1943. Rodó muchas de sus películas en España… Para sus gigantescos proyectos en España compró en 1959 los Estudios Chamartín: eran los mayores de su época.
Bronston contribuyó al lanzamiento de España como localización de filmaciones para Hollywood, a partir de los bajos costes de producción, por la diferencia entre el valor del dólar estadounidense y la peseta; la buena, reconocida calificación de los técnicos españoles; y el buen clima y variedad paisajística de todo el país, ideal para el rodaje de exteriores, sin grandes desplazamientos.
La película “El Cid” (1961), protagonizada por Charton Heston y Sofía Loren, narra las “aventuras” del guerrero medieval castellano. Tuvo como platós exteriores el Castillo de Belmonte (Cuenca), el castillo de Manzanares el real (Madrid) y las playas mediterráneas de Peñíscola (Castellón). El film “55 días en Pekín” (1963) se rodó en Las Matas, donde reprodujeron la ciudad de Pekín y sus exteriores.
Los problemas fueron constantes por los cambios en el guión, los enfados de los actores y las broncas del director con Ava Gardner porque dormía poco y bebía mucho. “La caída del imperio romano” (1964) se rodó en Sagunto (Valencia), Las Matas (Madrid), Guadarrama y los Estudios Samuel Bronston (Madrid, capital).
Almería y el “spaghetti western”.
El “spaghetti western” es un subgénero de películas del Oeste: estuvo de moda en los años 60 y 70, del siglo XX. La mayoría de estas producciones estaban financiadas por compañías españolas e italianas, en contraste con las películas tradicionales rodadas en los Estados Unidos. Los “spaghetti western” se caracterizaban por una estética sucia, por unos personajes carentes de moral, rudos y duros; por sus altas dosis de violencia y el carácter turbio y engañoso de sus personajes. La película precursora de este subgénero cinematográfico es “Veracruz” (1954), de Robert Aldrich.
“Por un puñado de dólares” (1964), “La muerte tenía un precio” (1965) y “El bueno, el feo y el malo” (1966), de Sergio Leone, rompieron moldes, convirtiendo el “spaghetti western” en un género de masas. Hicieron famoso a un actor joven, entonces desconocido: Clint Eastwood. Entre las dunas del Cabo de Gata, en Almería; y los secarrales de Hoyo del Manzanares, en Madrid, se forjó la leyenda del actor que, con el tiempo, sería uno de los protagonistas y directores indispensables del Cine de Hollywood, especialmente a partir de las películas de Harry Callahan, conocido como “Harry el sucio” (Dirty Harry), en 1971, un policía duro y justiciero armado con un revólver del calibre 45.
En España los escenarios de los rodajes de los “spaghetti western”, eran el desierto de Tabernas, en Almería, los terrenos esteparios de Fraga (Huesca), o la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares, donde se filmaron las legendarias escenas finales de “El bueno, el feo y el malo”. “Por un puñado de dólares” se rodó entre Almería, Madrid y los Estudios Cinecittá (Italia).
Doctor Zhivago
En 1965 se rodó en distintos lugares y pueblos de Soria el 80 por ciento de los exteriores del “Doctor Zhivago”, una superproducción norteamericana producida por Carlo Ponti y dirigida por David lean, con Omar Shariff y Julie Christie. Los técnicos del atrezo trabajaron duro: convirtieron los fríos parajes sorianos en la Rusia bolchevique. El rodaje convulsionó la vida económica y social de Soria capital durante un año.
Durante casi 12 meses, las tierras de Soria fueron reconvertidos en la estepa rusa de los bolcheviques, creando nieve donde no la había; trastocando las estaciones del año, con mucho atrezo y pintura; construyendo escenarios bélicos, en pacíficos campos; atravesando pueblos, con trenes inventados… el manejo de los técnicos hizo que los Montes Urales nacieran Ólvega y las inmediaciones del Moncayo.
Las poblaciones de Candilichera y el campo de Gómara, se mutaron en Varykino; y el pantano de la Cuerda del Pozo y la estación del Cañuelo, en Yuriatin.
El Imperio del sol
Cuando Steven Spielberg, el director, productor y guionista más taquillero de la historia del cine, tenía 39 años, llegó a España para rodar en las marismas de Trebujena (Cádiz), buena parte de su película “El imperio del Sol”, basada en la novela de J. G. Ballard.
Spielberg eligió las marismas de Trebujena por la amplitud de su espacio desolado, por ser un espacio bien comunicado con zonas desarrolladas y por las bellas puestas de sol que se contemplan durante la primavera. La película tenía un presupuesto de 30 millones de dólares. Narra las peripecias de Jim, un niño de 12 años preso en un campo de concentración japonés, durante la II Guerra Mundial.
Primavera de 1987. Jeeps, caravanas, grúas y tráiler desembarcaron en Cádiz, atravesaron la marisma y se instalaron en la finca “Alvantus”, a orillas del Guadalquivir. Les siguen un ejército de carpinteros, electricistas y peones: levantaron los decorados de una estación de tren, un aeropuerto, un estadio olímpico y un campo de concentración japonés, con su hospital, y edificaciones de tipo oriental que reproducían el Shanghai de 1945, para rodar “El imperio del sol”. Durante mes y medio la productora dio trabajo a mil extras y cientos de técnicos. Spielberg, durante el rodaje, siempre vistió unos tejanos, gorra de béisbol, gafas ahumadas y camisa a cuadros.
Steven Spielberg también llevó a Harrison Ford hasta el Parque Natural del cabo de Gata, en la playa de Mónsul, para rodar escenas de la película “Indiana Jones y la última cruzada”, estrenada en 1989.
La guerra de las galaxias
Orgullo de la ciudad desde 1928, la Plaza de España de Sevilla ha sido uno de los escenarios de la saga “Star Wars” o Guerra de las Galaxias. Se afirma que George Lucas se enamoró de esta plaza de Sevilla y decidió incluirla para una escena de la película “El ataque de los clones”, episodio II.
En el año 2000 aterrizó un equipo de 7.000 técnicos y robots: durante unos días, Sevilla se transformó, recreando Naboo, planeta donde nació la princesa Amidala (Nathalie Portman) o la princesa Leia, dentro de universo de Obi-Wan Kenobi. La escena dura poco más de 2 minutos: no es determinante, aunque permite ver la magia de un espacio circular, lleno de color (En la Plaza de España también rodaron escenas para “Lawrence de Arabia”, en los años 60).
Dentro de la misma saga de Star Wars, en este año 2017 se han rodado escenas del planeta desértico de Corellia, para el episodio “Han Solo”, en las zonas de Cofete y La Pared, en la isla canaria de Fuerteventura. En esta entrega, se recrean los orígenes de Han Solo antes de convertirse en un símbolo de la Alianza Rebelde. La película está previsto que pueda verse en mayo del 2018.
Juego de tronos
Ambientada en la Edad Media, Juego de tronos es una fantasía de David Benioff y D.B. Weiss para la cadena HBO, basada en una serie de novelas del escritor norteamericano George R. Martin, reunidas bajo el título “Canción de hielo y fuego”. El primer libro es “Juego de tronos”.
La serie se ambienta en los continentes ficticios de Poniente y Essos y describe las violentas luchas dinásticas entre familias nobles por el control del Trono de Hierro de Poniente y sus siete reinos. La historia se desarrolla con las luchas de los herederos de la antigua dinastía Targaryen, expulsados a Essos, por recuperar el trono… aparecen criaturas legendarias, pueblos feroces que habitan más allá del muro que separa a los Siete Reinos de Poniente… está grabada en los Titanic Studios (Belfast, Irlanda). Se han rodado exteriores en Estados Unidos, Reino Unido, Croacia, Islandia, Malta, Marruecos y España.
La primera temporada de la serie se estrenó en abril del 2011. Cada temporada incluye 10 capítulos. En el año 2014 se convirtió en la serie más vista en la historia de la HBO. Actualmente es un fenómeno mundial. La serie televisiva está considerada como una de las mejores de todos los tiempos.
En España se han rodado escenas a partir de la quinta temporada: los Jardines de Murillo y el Alcázar, Sevilla, lugares de notable belleza; la colegiata y la plaza de toros de Osuna (para reproducir la Fosa de Daznak); puente romano, río Guadalquivir y Alcázar de Córdoba; más el castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba;
En la sexta temporada aparecieron bellas ciudades, lugares y espacios de España: desierto de Tabernas donde, en los Años 60 del siglo XX, se rodaron decenas y decenas de “spaghetti western”, y la Alcazaba, de Almería, fortaleza de la época árabe en Andalucía; el castillo de Zafra, en Guadalajara; el castillo de santa Florentina (Canet del Mar); las Bárdenas Reales, Navarra, para reproducir el Mar de Dothraki; Girona, para el desembarco del Rey, Braavos y Antigua; y Peñíscola, en la costa de Castellón.
En la séptima temporada los equipos de rodaje trabajaron en: San Juan de Gaztelugatxe y Zumaia, en Euskadi; Anfiteatro de Itálica y Reales Ataranzas, en Sevilla; castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba; Castillo de Trujillo, en Extremadura; Cáceres, en su casco histórico; y Los Barruecos, en la provincia de Cáceres.
Ridley Scott
Uno de los grandes directores cinematográficos actuales, Ridley Scott, dejó su impronta con “Blade Runner” (1982), mítica película de Ciencia-ficción.
La relación del director con España se define con las películas “Exodus”, con rodajes en Almería y Fuerteventura; “El reino de los cielos” (2005), con localizaciones en el castillo de Loarre, en Huesca, una magnífica fortaleza que permite postales de gran belleza visual; o “The Counselor” (El consejero), con escenas en las calles de Alicante.
007 en España
Bond, James Bond, el afamado y promiscuo agente 007 con licencia para matar, no se ha prodigado mucho por España, aunque ya ha hecho sus pinitos. Al inicio de la película “El mundo nunca es suficiente” (1999), vemos a un Pierce Brosnan escapando de un edificio situado frente al museo Guggenheim, de Bilbao. Otras escenas de esta entrega se rodaron en Tudela, Cuenca y Bilbao. En la película “Muere otro día” (2002), también con el irlandés Pierce Brosnan, se puede ver la playa de la Caleta, de Cádiz, quiere ser una bahía habanera de fina arena. También el súper-agente, al servicio de su serenísima majestad, se deja ver por el balneario de Nuestra Señora de la Palma y el Real.
Desde aquellos años 50, del siglo XX, España nunca ha dejado de ser un plató internacional de otras muchas películas: “Indiana Jones y la última cruzada” (1981), con escenas rodas en el desierto de Almería; “Conan el Bárbaro” (1981), que supuso el lanzamiento de Arnold Schwarzenegger y el debut cinematográfico del actor español Jorge Sanz, de niño; “El ultimátum de Bourne” (2007), con un excelente Matt Damon; “Deception” (La lista), película interpretada por Ewan McGregor y Hugh Jackman, donde se pudieron ver lugares emblemáticos de Madrid, como la Plaza Mayor, la Gran Vía o el Paseo del Prado; “Vicky Cristina Barcelona” (2008), del genial Woody Allen, con magníficos actores: Scarlett Johansson, Penélope Cruz, Javier Bardem, Rebecca Hall…
© Pablo Torres
Fotos: Filmoteca de España
Fuente: Carta de España.