Meses después de eliminar las bolsas de plástico para la compra en Canarias, Lidl vuelve a ser pionero en sostenibilidad y sustituye las bolsas convencionales de la sección de fruta y verdura por bolsas 100% biocompostables y biodegradables.
La medida está ya implementada en las 28 tiendas de las islas Canarias y en todo el territorio peninsular.
Fue el primer supermercado en eliminar en Canarias las bolsas de plástico para la compra y Lidl vuelve a adelantarse a sus principales competidores, siendo pionera en sustituir las bolsas convencionales de la sección de fruta y verdura por bolsas 100% biocompostables y biodegradables, elaboradas de fuentes renovables. Así, la compañía continúa avanzando en su compromiso de ser el supermercado de referencia en materia de sostenibilidad en España y de aportar valor compartido a la sociedad.
Este nuevo hito supone quitar de la circulación más de 110 millones de bolsas de plástico convencionales al año en nuestro país, o lo que es lo mismo, 220 toneladas de plástico no biodegradable. La nueva bolsa, además de ser biodegradable, también es biocompostable, lo que permite que se pueda descomponer en un plazo máximo de 12 meses sin poner en peligro el ecosistema y sin dejar residuos tóxicos, al contrario que las bolsas de plástico convencionales que pueden tardar en desintegrarse hasta 500 años.
A pesar de que las nuevas bolsas, ya disponibles en todas las tiendas de Canarias cuestan a la empresa 4 veces más que las de plástico convencionales y suponen un coste de más de 2 millones de euros al año para la compañía, Lidl quiere seguir siendo sostenible sin repercutir el sobrecoste a los clientes, por lo que las nuevas bolsas seguirán siendo gratuitas.
Estrategia global de Lidl por un uso más eficiente del plástico
La retirada de las bolsas de plástico de la compra y la sustitución de las bolsas para la fruta y la verdura responden a una estrategia global de Lidl para la gestión y el uso sostenible de los plásticos denominados REset Plastic. Dicha estrategia tiene, entre otros objetivos, reducir el plástico al menos un 20% hasta 2025 y garantizar la reciclabilidad del 100% de sus envases. De este modo, la cadena va mucho más allá de los compromisos que ha fijado la patronal del sector, que se centran en reducir el plástico en un 21% en los productos frescos que se envasan en tienda hasta 2021.
Además de estos dos proyectos, la compañía continúa trabajando para quitar el plástico en todo aquello que no aporte valor, aportando soluciones más sostenibles que minimicen el impacto en el medio ambiente.
En el área de fruta y verdura, Lidl ha sustituido los separadores de plástico de sus envases por material de celulosa y está trabajando en aumentar la fruta a granel y sustituir el embalaje de la fruta bio. Otras medidas en las que está trabajando son: el uso de materiales biodegradables para el embalaje, la reducción del porcentaje de plástico en las botellas de marca propia y la utilización del material reciclado en sus envases.