Destapado un novedoso método de lavado de dinero mediante la venta de artículos de lujo a través del sistema daigou.
Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2016, tras detectarse cómo algunos empresarios chinos asentados en España eludían el pago de impuestos a la Hacienda Pública mediante el envío de los beneficios obtenidos en nuestro país utilizando como intermediarios a los llamados daigou o shoppers.
Los empresarios hacen entrega de dinero en efectivo no tributado a los daigou con la intermediación de otros compatriotas afincados en nuestro país que disponen de capital en China y que perciben a cambio una compensación económica.
En el marco de la operación Shopping se realizaron en diferentes puntos del territorio nacional 104 detenciones, 19 registros domiciliarios, 15 registros en empresas y naves industriales, y se intervinieron más de 2.500.000 de euros en efectivo, 12 vehículos, innumerables artículos de lujo de primeras marcas comerciales, entre otros efectos.
Agentes de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria, en el marco de la operación Shopping contra una organización criminal de origen chino, han destapado un novedoso método de lavado de dinero mediante la venta de artículos de lujo a través del sistema daigou. Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2016, tras detectarse cómo algunos empresarios chinos asentados en España eludían el pago de impuestos a la Hacienda Pública mediante el envío de los beneficios obtenidos en nuestro país utilizando como intermediarios a los llamados daigou o shoppers. Así se conoce a los ciudadanos chinos, normalmente estudiantes que residen fuera de su país, y que se dedican a la venta online de productos de lujo que adquieren de forma masiva en establecimientos exclusivos, obteniendo a cambio una comisión por su intermediación.
El modus operandi de esta forma de blanqueo de capitales es el siguiente: los empresarios chinos hacen entrega de dinero en efectivo no tributado a los daigou. La entrega del efectivo se realiza con la intermediación de otros empresarios asiáticos, afincados en nuestro país, que disponen de capital en China, quienes obtienen a cambio una compensación económica.
Con el dinero entregado por los empresarios, los daigou adquieren artículos de lujo en establecimientos comerciales para venderlos después en China. Para ello visitan establecimientos de lujo y obtienen fotografías de los artículos. Seguidamente exponen los productos en cuentas personales de conocidas redes sociales del país asiático para su venta entre particulares. De este modo contactan con los potenciales compradores, residentes en China, quienes después realizan el pago del producto en yuanes por medio de plataformas de pago online. Los productos son finalmente enviados y entregados a sus destinatarios a través de servicios de empresas de paquetería o personalmente mediante turistas o familiares de los compradores que regresan a su país.
Mediante este tipo de transacción comercial los daigou pueden obtener beneficios económicos de diferentes formas: vendiendo el artículo a un precio superior al adquirido en el establecimiento en España; reclamando la devolución del IVA de los productos adquiridos; o mediante el cambio de divisa cuando el pago se realiza a través de plataformas de pago online marcando un tipo de cambio yuan/euro superior al que cotiza en el mercado financiero.
Dinero transferido al empresario entre dos cuentas en China
Finalmente, el daigou o el intermediario ingresan el dinero facilitado para la adquisición de artículos de lujo en una cuenta corriente en China a nombre del empresario residente en España que inicialmente hizo entrega del dinero en efectivo al daigou. La transferencia se realiza entre dos cuentas corrientes radicadas en la República Popular China. Este tipo de transacción o compensación, que no requiere el traslado físico del dinero, se denomina hawala. Son transacciones económicas que no quedan registradas oficialmente, que no requieren el traslado físico o mediante transferencia del dinero a China, que vulneran los cauces legales establecidos y que causan un grave perjuicio a las arcas del Estado.
Compleja estructura delictiva
La investigación desarrollada durante más de un año ha permitido definir una estructura delictiva bastante compleja, integrada por más de 50 empresarios y comerciantes chinos, residentes en diferentes puntos del territorio nacional, que han entregado a esta trama criminal dinero en efectivo no declarado a la Hacienda Pública española para su traslado a la República China. Además se pusieron al descubierto varios entramados delictivos paralelos que, a cambio de una comisión de en torno al 4%, recibían el dinero en efectivo de estos empresarios y lo colocaban sin traslado físico del dinero en la República Popular China. Para ello, además de a través de los daigou, realizaban transferencias bancarias electrónicas utilizando empresas donde figuran testaferros de la trama o lo transportaban físicamente por personas de confianza.
Uno de estos entramados delictivos está compuesto por un complejo empresarial, dirigido por cinco socios chinos dedicado a la fabricación, reparación y distribución de dispositivos electrónicos de telecomunicación, constituido por varias sociedades que figuran a nombre de terceras personas. En el registro del domicilio de uno de los socios de este complejo se hallaron en torno a 700.000 euros escondidos en el doble fondo de una cajonera. Otra de esta tramas delictivas descubiertas está constituida por dos núcleos familiares muy cercanos, con empresas en el polígono industrial de Cobo Calleja de Madrid, que recaudaban dinero en efectivo de empresarios del referido polígono y de otras provincias del territorio nacional.
Más de un centenar de detenidos
En el marco de la operación Shopping se realizaron 104 detenciones, 19 registros domiciliarios en Sevilla, Barcelona, Palma de Mallorca, Alicante, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, A Coruña, Guipúzcoa, Vizcaya, Burgos y Torremolinos (Málaga), así como 15 registros en empresas y naves industriales situadas en su mayoría en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada (Madrid). Además, los investigadores intervinieron más de 2.500.000 de euros en efectivo, 12 vehículos, innumerables artículos de lujo de primeras marcas comerciales, dispositivos electrónicos de almacenamiento de información, documentación relevante y multitud de efectos falsificados relacionados con la electrónica y la telefonía.