La temporalidad y, sobre todo la parcialidad, definen las condiciones de trabajo del sector Comercio. Un sector considerado esencial durante la pandemia con un gran número de convenios bloqueados y cuyas plantillas soportan durante los últimos meses del año unas cargas extremas de trabajo.
El sector Comercio afronta la campaña de ventas de final de año con menos personal que tenía antes de la pandemia. El tercer trimestre de 2021 se cerró con 17.150 personas ocupadas menos que el mismo periodo de 2019. A esto hay que sumarle que aún hay más de 3.000 personas en situación de ERTE en el sector.
Y los indicadores de precariedad tampoco han mejorado. La temporalidad se sitúa en el 24% y la parcialidad en el 16%, siendo la parcialidad femenina (26,16%) seis veces superior a la masculina (4,07%), lo que supone una significativa brecha de género. A estos indicadores de precariedad hay que añadirle los incumplimientos sistemáticos de la normativa legal o pactada: prolongaciones de jornadas que no se retribuyen, falsa parcialidad, personas realizando horas muy por encima de las legales y de las fijadas en sus contratos, cambios de horarios sin respetar los calendarios laborales…
Resulta especialmente significativo, en este sentido, el análisis sectorializado de los resultados del Plan Director por un trabajo digno 2018-2020, de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que indica que en el sector Comercio se han producido un total de 1.028 regularizaciones (805 contratos transformados en indefinidos y 223 incrementos de jornada).
Y es que gran parte de las y los trabajadores del sector Comercio tiene sus condiciones laborales congeladas. Según datos del REGCON, el 65,3% de los Convenios colectivos sectoriales (54,1% de las personas trabajadoras cubiertas por los mismos) están vencidos con fecha 31/12/2020 o anterior. Un 20,5% adicional (14,1% personas trabajadoras) vencerá con fecha 31/12/2021.
En el contexto descrito, se constata de nuevo que las plantillas del sector viven en los últimos meses del año un periodo de cargas de trabajo extremas, cada vez más concentradas entre la última semana de noviembre (con el Black Friday y el Ciber Monday) y la primera quincena de diciembre (con las compras navideñas que se prolongan durante todo el mes y continúan con el periodo de rebajas de enero). De hecho, una media del 70% de los domingos y festivos de apertura comercial se concentra en los meses de noviembre, diciembre y enero y en contra de lo que pueda pensarse o proyectarse en medios, el volumen de contratación extra o de refuerzo en este periodo es absolutamente marginal: el repunte de cotización media en la Seguridad Social respecto a septiembre u octubre no llega al 2% y es inferior o igual al periodo punta en agosto.
Ante este escenario, CCOO inicia una campaña dirigida a empresas, administraciones, personas consumidoras y plantillas. El objetivo es que se haga cumplir la normativa legal y se desbloquee la negociación colectiva sectorial para que las plantillas de un sector considerado esencial durante la pandemia puedan realizar su trabajo bajo unas condiciones de trabajo que les permitan vivir.