Encuadrados en la Operación “Misión Baluarte”, los rastreadores militares de las Fuerzas Armadas cumplen dos meses de trabajo bajo la coordinación del Ejército de Tierra, desplegados actualmente en cuatro de las islas Canarias.
El pasado sábado 28 de noviembre, se ha cumplido el segundo mes del inicio de las labores de rastreo por parte de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVe) “Canarias”, la cual integra rastreadores militares de los tres Ejércitos que han estado desarrollando un trabajo constante de apoyo a la sociedad canaria en la lucha contra la pandemia del COVID 19 durante este periodo.
Esta Unidad de Vigilancia Epidemiológica desplegada en Canarias se encuentra integrada dentro del Mando Componente Terrestre (MCT) de la Operación “Misión Baluarte” y cuenta para su funcionamiento con seis secciones de vigilancia epidemiológica (SVe). De ellas, cuatro pertenecen a la Brigada “Canarias” XVI (BRICAN XVI) del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, una a la Armada y una al Ejército del Aire.
Destacar que desde el pasado día 17 de noviembre en la isla de Tenerife se ha llevado a cabo la activación de un Equipo de Vigilancia Epidemiológica (EVe) constituido por cinco rastreadores militares, para apoyar en los cometidos de rastreo, seguimiento y registro documental de los casos detectados y que se encuentra en fase de integración en dependencias de la Dirección General de Salud Pública en Santa Cruz de Tenerife.
También está previsto la activación estos días de un Equipo de Vigilancia Epidemiológica que realizará sus labores de rastreo en el Centro de Atención Primaria de Corralejo (Fuerteventura).
Actualmente se dispone de rastreadores militares en las islas de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, contabilizándose en la UVe “Canarias” un total de 110 militares (80 pertenecientes al Ejército de Tierra (Brigada “Canarias” XVI), 10 del Ejército del Aire y 20 de la Armada), activándose según demanda de las autoridades sanitarias. Además se encuentran en proceso de formación 80 militares más pertenecientes al Ejército de Tierra.
Aunque esta sea una misión novedosa, las Fuerzas Armadas no parten de cero. Además de la preparación de los rastreadores, cuentan como fortaleza con la experiencia como rastreadores internos en el marco de la Operación Balmis y la relación con las comunidades autónomas, con las que se trabaja habitualmente en las emergencias.