El sondeo se ha llevado a cabo en más de 16.000 personas en tres comunidades autónomas, Canarias, Madrid y Cantabria.
En general se están cumpliendo correctamente las normas y medidas propuestas por el Gobierno de España, aunque más de la mitad de la población las considera insuficientes.
El miedo al contagio es una realidad con la que convivimos. Así lo reflejan los resultados de un sondeo realizado a más de 16.000 personas en tres comunidades autónomas, Madrid, Cantabria y Canarias, entre el 15 y 25 de abril, donde el 70 % de los participantes ha admitido tener miedo de contagiarse por COVID-19 en su entorno más cercano. Sin embargo, sólo el 25 % de la población consultada percibe este riesgo de contagio como alto.
El estudio, liderado por la Dra. Ana María Recio, profesora de la Universidad Europea, cuenta con la aprobación de la Subdirección de Cuidados del Servicio Cántabro de Salud y la colaboración del Gobierno de Cantabria, así como el aval de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y la Asociación Internacional de Enfermería (INN). Entre otros resultados preliminares, destaca el buen cumplimiento de las normas y medidas propuestas por el Gobierno de España (90 %), si bien el 53 % las considera insuficientes y un 4 % opina que han sido excesivas.
En relación a las medidas de protección individual recomendadas, se extrae que el 73 % de las personas encuestadas lleva mascarilla cuando sale de su domicilio frente al 16 % que declara no utilizar ningún tipo de accesorio de protección como guantes o mascarillas.
Menos salidas a la calle y mejor relación familiar
Otros cambios llamativos son los relacionados con las rutinas de la población. Se ha observado una disminución notable de las personas que salían dos o más veces a la semana para hacer compra, de un 66 % antes de la declaración del estado de alarma, a un 17 % después de la obligación de confinamiento y aumentando hasta un 72 % la población que declara que sale de su domicilio solo una vez por semana o cada quince días.
Este largo confinamiento no parece haber afectado a la relación familiar entre los convivientes en el domicilio, con un 70 % que declara que su relación se mantiene igual o ha mejorado algo respecto al estado prealerta sanitaria. Si bien, la creencia de que esta situación produzca cambios positivos en nuestra sociedad está dividida: un 24 % opina que no, un 37 % cree que tal vez y el otro 39 % confía que sí habrá esos cambios sociales.