Por Nando Herrera.
Estimados y queridísimos lectores… amantes de las palabras. Dicen que una imagen vale más que mil palabras o por lo menos así reza el dicho.
No voy a entrar a filosofar sobre si esto es cierto o no ya que, en mi opinión, todo tiene su lugar y su momento. Podemos encontrarnos con la magia de una sola palabra que evoque mil imágenes en nuestra mente y como antes decía, una imagen puede contener mil palabras que pretendan describirnos una sola idea, concepto, lugar, pensamiento…
El motivo de esta carta es trasmitirles la ilusión por un proyecto nuevo que, precisamente, quiere convertirles en espectadores de imágenes además de lectores de este periódico.
Tras haber cumplido una década de existencia y de ver como hemos crecido, cambiado y evolucionado, la dirección de este periódico que navega entre megabytes de información, contacto conmigo para proponerme colaborar con un programa semanal que podrán ver próximamente y que se llamará GOLISNEANDO. Sobrentendido queda que acepté el reto, de volverme placenteramente más loco si cabe, para tratar de entretenerles con lo que me gustaría ver cuando regalo mi tiempo delante de una pantalla y que me regalen y compartamos un poco de su tiempo. De esta manera, seré parte de esta casa, de las suyas, de sus móviles, tablets u ordenadores… trayendo en mi maleta mucha ilusión. Seguiremos creciendo, cambiando y evolucionando para adaptarnos a los tiempos y satisfacer a los miles, millones de próximos lectores y próximos espectadores que fielmente y que con un click, visiten y se informen de lo que acontece en El Digital Sur.
GOLISNEANDO utilizará como arma la sonrisa para darles a conocer nuestra gastronomía y la que hemos adoptado. Iremos donde se produce o crece la materia prima de la que se componen nuestros platos, vinos, licores y elixires.
Pondremos cara, nombre y apellidos a las gentes que consiguen con mucho esfuerzo, trabajo, dedicación y sobre todo mucho amor y cariño que se materialicen siglos y no exagero si digo milenios, de conocimientos, de tradición y enseñanzas que han llegado hasta nuestro tiempo, para alimentar nuestro cuerpo y darle vida a nuestro espíritu.
No faltarán guachinches, bares, gastrobares, restaurantes, bodegas, queserías, cooperativas agrícolas y ganaderas, asociaciones y federaciones promotoras, licorerías, coctelerías y un largo etcétera de todos esos lugares a los que acudimos para saborear y disfrutar una buena comida, o de esos otros lugares que abastecen de los productos necesarios para su elaboración.
Sólo me queda invitarles a que nos visiten y a que inviten a que seamos visitados, para descubrir lo que estamos cocinando para todos ustedes y que deseamos, que alimente su tiempo.
Hagan correr la voz para que cualquier interesado en ver GOLISNEANDO no se lo pierda y por supuesto, para que cualquier interesado en ser protagonista del programa contacte con nosotros para que le visitemos en su “casa“.
Estén atentos ya que en breve les anunciaremos el primer programa con el que comenzaremos el camino, un camino en el que les espero para andarlo juntos con una sonrisa porque alegra y agrada al que la ve y no sabemos a quién le puede hacer falta.
Muchos besotes y abrazotes Golifionas y Golifiones.