Por Aday Amorin.
Como presidente de la Asociación de salvamento y rescate alertamos de que a los socorristas les falta poder legal y formación. Ahogamiento es una de las principales causas de muerte accidental en todo el mundo.
Según la asociación de salvamento y rescate hay más de 350.000 fallecidos cada año por esta causa. En los últimos siete meses, se han registrado en España 305 defunciones en medios acuáticos, un 14,6% más que en el mismo período de 2016.
Los socorristas avisamos de que estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de un “cambio cultural”, tanto en el ciudadano como en los dirigentes. Consideramos que algunas muertes son una confluencia de varios factores: por un lado, el atrevimiento y pérdida de capacidad física de las víctimas y, por otra parte, a la mala formación en general que tienen los socorristas —cuando los hay— por la dejadez de las Administraciones que deben regularlo.
Aseguramos que, a pesar de que “siempre habrá mortalidad en medios acuáticos”, hay víctimas “evitables”. “Las muertes en la playa se deben básicamente a un problema cultural: no tenemos respeto al mar, ni a las banderas, ni a las indicaciones de los socorristas, ni a nuestra capacidad física”, En este sentido, detallamos que los mayores de 65 años (13 de los 24 fallecidos este verano en Canarias), a pesar de que pueden ser buenos nadadores, “se cansan, no tienen la misma capacidad física” y les cuesta reconocerlo. A ello se suma el atrevimiento y el desconocimiento de las condiciones de la playa. En las piscinas, en cambio, públicas o privadas, normalmente fallecen más niños.
Como siempre critico que el servicio de vigilancia en las playas sea municipal porque considero que “el socorrismo acuático es un servicio público esencial que debería tener carácter estatal o autonómico, privado o no”.
La prevención y la formación, agrego, es otro elemento importante. “Si no se hace prevención, destinando recursos, formación unificada y reglada —que existe y no se está ejecutando—, con más socorristas y bien pagados y valorados, seguirá habiendo muertes evitables” por ahogamiento, advertimos.