El famoso periodista Pérez Reverte en el programa El Hormiguero de Antena 3 llamó al mismo Presidente del Gobierno español de chulo pa’rriba y si dichos calificativos los escribiera cualquier persona en el Facebook por ejemplo, tendría una penalización sin poder conectarse un mes, pero Pérez Reverte tiene altura y un nombre y en puro directo televisivo no había marcha atrás. Cada día estamos bombardeados por infinitas noticias que nos enloquece y si no sabemos dosificar o no sabemos salir de las rotondas amarga vidas organizadas por los más profesionales de la comunicación, los más adultos podemos volvernos locos. Mientras la mayoría de los españoles estén viviendo de “buena manera” entre comillas, la minoría ajo y agua, porque así es la vida, no la inventó nadie. Los medios de comunicación nacionales comparten cualquier noticia día tras día y millones de personas que vamos de expertos, estamos entretenidos arreglando el mundo en el “feisbuc” o en cualquier otro lugar, convencidos de llevar la razón y ser los más listos, mientras los más afortunados viven la vida loca.
¿Qué pasaría si preguntáramos algunas personas que están contratadas en Ayuntamientos que hacen durante la semana?. No estoy refiriéndome a los que trabajan recaudando en oficinas, hablo de concejales por ejemplo que están chupando fotos pegados a los alcaldes y alardeando de estar arreglando el mundo. Pero así es la vida y dichos concejales se lo merecen porque ganaron las elecciones gracias a las votaciones y pactos, pero además los políticos son el reflejo del pueblo. Si mira la portada de ésta carta verá el sillón donde está sentado un exconcejal de Santa Lucía en Gran Canaria y fue donde estuvo sentado mi padre antes de morir voluntariamente por eutanasia. Un amigo le hizo una entrevista a dicho concejal y no estoy escribiendo ningún nombre de los protagonistas de las imágenes, solamente el de Pérez Reverte que justamente no está en dichas imágenes, porque deseo que usted reflexione libremente sobre una pregunta que haré para terminar la carta y obviamente reflexione si usted quiere lógicamente. La pregunta es, “¿Nos estamos mintiendo a nosotros mismos a la hora de confesar nuestros verdaderos pensamientos?”.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.