No conozco ningún escritor que no reflexione sobre la escritura y la literatura, no conozco ningún pintor que no haga lo mismo, pero creo que esto se produce en todos los oficios o géneros o formas de ser y estar en el mundo. Lo mismo ocurre con los tenderos de aquellas pequeñas tiendas existentes entre las calles o en los puestos de los mercados municipales de abastos… En todo. También en el articulismo literario…

He leído, todo tipo de interpretaciones, he escuchado diversidad de perspectivas en dicho acontecimiento o sobre este tema. Pero siempre, tienen una realidad en común, todos los articulistas piensan que lo que hacen es un género literario más, no es un género menor, es comparable a la poesía, al teatro o a la novela, al ensayo. O, dicho de otro modo, que cien artículos publicados en un libro, pueden o podrían llegar a tener la misma calidad y genialidad y talento que una de las cien grandes obras literarias de su cultura y de su sociedad. Dicho claramente, que algunos sueñan que un libro de quinientos artículos de alguien que todavía no haya escrito o no hayamos descubierto podrían tener la misma calidad que la Divina Comedia, que Hamlet, que el Quijote, que en Busca del Tiempo Perdido, que Hojas de Hierba, que…

Es más, hay quién piensa que el género literario por antonomasia del siglo veinte fue el artículo periodístico de opinión. Porque abrió enormes interpretaciones al mundo y al cosmos y a la naturaleza y a la sociedad. Por una vez, se unió, lo pequeño de la vida y la literatura. Se trataron miles de temas y miles de cuestiones, que estaban olvidadas. Se hizo literatura sobre la punta de un botijo o sobre una persona que vendía castañas. No olviden que para otoño en cualquier lugar de esta geografía, en las plazas del pueblo se situaban varios puestos de castañas calentadas al fuego que estaba puesto en el mismo lugar…

Estimo y supongo y espero que los teóricos de la literatura, los departamentos universitarios de literatura, empezarán a insertar e incluir el artículo literario como un género más dentro de sus capítulos de narrativa, teatro, ensayo, poesía…Espero y deseo que los géneros pequeños o menores, los fragmentos, los aforismos, los artículos se incluyan ya por fin, en esa disciplina de la gran literatura. Espero que un día, el Premio Nóbel se lo otorguen a una persona, que solo haya escrito o lo que más haya redactado hayan sido artículos de opinión, en diversos periódicos de distinta audiencia… -ya, se ha realizado con un cronista de realidades periodísticas-.  Tardamos mucho en incluir el ensayo como género literario, ya es hora, se haga también con el aforismo, los fragmentos textuales, el columnismo periodístico…

En uno de esos encuentros teóricos que te encuentras de lo que es o debe ser el articulismo de opinión y literario, es uno que se tituló: El artículo periodístico, firmado por el escritor literario y columnista, Pascual Antonio Beño, publicado en El Lanza, el día 11 del 03 de 1990. Que estimo y creo acertó al indicar que el articulismo literario no es un género menor.

Aquí, en nuestro terruño de Celtiberia, somos conscientes, que ya desde hace dos siglos, desde Larra y antes y al mismo tiempo que Larra, Fernán Caballero, Blanco White el artículo de opinión literario es/era y sigue siendo una realidad. Quizás, sea por nuestra idiosincrasia, a veces, me pregunto, como nuestro terruño ha estado vapuleado siempre por varias metafísicas-religiones, ahora ideologías sociopolíticas, tenemos que hablar de todo, sabemos hablar de todo, aunque otra cosa es la profundidad… Me digo y me pregunto, por eso, ha tenido tanto éxito el columnismo literario de opinión. Porque todos queremos hablar de todo, de hecho, en la calle, todos hablamos de todo. Sabiendo el interlocutor, que hablar no es lo mismo que saber… Nadie puede saber de todo…

Pero al articulista de opinión literario, que habla de cosas pequeñas o grandes, con retórica y oratoria, muchas veces, que expresa un punto de vista y de opinión, y, que algunas de esas crónicas-comentarios-opiniones-posturas pueden continuar durante generaciones, son leídas cien años después. Algunos de esos pareceres, pueden tener una verdad implícita, quizás subjetiva. Por eso he aconsejado a veces, que junto a los artículos con firmas vivientes de hoy, las grandes cabeceras empiecen a recoger artículos de hace cien años, sobre los mismos temas. Nos daríamos cuenta, que algunas ideas de hace un siglo nos sirven para hoy, siempre que los herederos quieran que se vuelvan a publicar…

Creo y estimo que el articulismo de opinión, es como todos indican un género literario más, y, creo que ofrece multitud de puntos de vista sobre multitud de realidades y temas. Es más, pienso que se lee una columna periodística, para esperar que te hable de algo, de algo desconocido para ti. Porque esa es una de sus finalidades. Porque de otro modo, quizás, no tendrías ni idea, que existen personas que ejercen oficios que quizás no conozcas, o que existen personas que tienen otras ideas sobre otros temas, o que existen otros trozos de realidad que usted desconoce.

Y, que existen personas que van mirando el mundo para después redactar un artículo periodístico, para que usted lo lea, como éste que tiene frente a sus ojos… Paz y bien…

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