La llegada de internet consiguió revolucionar el mundo tal y como se conocía hasta ese momento. Cientos de sectores comprobaron cómo se abría un mundo de posibilidades para sus negocios gracias a la transformación digital que permite acelerar multitud de procesos y conseguir un entorno más seguro y eficaz para la concentración y gestión de datos. A través de los centros de datos, las organizaciones cuentan con la seguridad y conectividad necesarias para almacenar cualquier tipo de información vital y sensible.
Un centro de datos es una pieza clave para el ecosistema digital de una empresa. Pero, ¿qué es exactamente? Se trata de una instalación en la que se concentra toda la infraestructura dedicada a procesar, organizar, asegurar y conservar la información de una organización. Esto incluye elementos de red, almacenamiento y sistemas de computación que proporcionan acceso compartido a las aplicaciones y datos de la empresa en cuestión. Por ello, es uno de los aspectos esenciales y más sensibles para garantizar la seguridad.
Con el paso del tiempo, la evolución de los centros de datos ha permitido adoptar su funcionamiento a nuevas tecnologías emergentes, como puede ser el caso de la introducción de la inteligencia artificial. En este sentido, desde hace unos años el almacenamiento en la nube se está convirtiendo en una de las soluciones más eficientes para almacenar este tipo de informaciones.
Esta opción cuenta con una gran facilidad para aumentar o reducir el tamaño del centro de datos, algo más complejo en su formato físico, ya que las redes definidas por software (SDN) gestionan los flujos de tráfico a través del software, además de conseguir acelerar algunos procesos de la configuración del sistema. Sin embargo, hay organizaciones que siguen sin confiar en esta posibilidad, manteniendo la mayoría de la carga de trabajo en el centro de datos corporativo.
Tipos de centros de datos
En este sentido, existen centros de datos diferentes, dependiendo del tamaño y de la infraestructura que se disponga para ello. Aunque gran parte de las empresas prefieren disponer de un centro privado y operado de manera interna, también existe la opción de externalizarlo mediante el alquiler de un espacio que no pertenece a la organización. Estos son los tipos de centros de datos que hay que conocer.
♦ Centros de datos privados. Es la opción preferida por las grandes empresas, ya que se trata de un espacio creado por la propia organización para almacenar todos sus datos. De este modo, se trata de un entorno que se encuentra, por lo general, dentro de las propias instalaciones de la empresa y la infraestructura y componentes son de su propiedad. Por lo tanto, su construcción y gestión solo tiene fines internos.
♦ Centros de datos de colocación. Por otro lado, también existen los data center tipo Housing o de colocación. Estos son espacios que alojan servidores de diferentes clientes mediante un alquiler que sirve como un centro que ofrece la infraestructura, los componentes, la refrigeración, seguridad y todo tipo de detalles requeridos por el cliente.
♦ Centros de datos en la nube. Son aquellos centros que no se encuentran en un lugar físico, sino que sirven para el almacenamiento en servicios en la nube como puede ser el caso de Amazon Web Services. Se encargan de proporcionar servicios de almacenamiento, computerización y más aspectos con una escalabilidad y modularidad muy flexible y rápida.
♦ Servicio de gestionado de centros de datos. Por último, existe la opción de delegar la gestión de datos a un tercero mediante el que se proporcionan servicios de alquiler de servidores y electrónica con una atención directa al cliente.
Dependiendo del tamaño y de la capacidad económica de la empresa, la elección del tipo de centro de datos es esencial. La contratación de un data center puede ayudar a reducir los costes de su propia fabricación, así como ofrecer una mayor seguridad por estar situados en entornos estratégicos que favorecen el tratamiento de los datos con sistemas de seguridad innovadores y totalmente preparados ante cualquier posible ataque cibernético.
¿Cómo se garantiza la seguridad de un centro de datos?
El centro de datos contiene información de vital importancia para cualquier empresa, por lo que debe ser uno de los entornos más protegidos de toda la organización. Más allá de contar con una seguridad externa, mediante videovigilancia 24 horas, cerraduras y sistemas de cierre prácticamente impenetrables o incluso fuerzas de seguridad humanas, apostar por las soluciones tecnológicas para evitar el acceso a esa información es fundamental, además de disponer de una ubicación estratégica.
El lugar en el que se localice el centro de datos también debe contar con un sistema de seguridad medioambiental, ya que debe ser un espacio no susceptible a desastres naturales como inundaciones, terremotos o incendios. Por otro lado, debe ser un lugar que no ofrezca indicios de la compañía a la que pertenece, ya que puede ser un objetivo fácil para los delincuentes que pretendan robar información. Una vez se han cumplido todas estas medidas previas, toca prestar especial atención a los controles de seguridad de TI para evitar el acceso de manera digital.
Para esto, evidentemente, es esencial disponer de un sistema de seguridad adaptado a las últimas tecnologías y que cuente con las actualizaciones más recientes con relación a los parches de seguridad. Debe disponer de un sistema de protección con contraseñas prácticamente impenetrable y que utilice protocolos seguros como SSH o HTTPS. Asimismo, también es importante usar firewall en puntos límite para macrosegmentar el tráfico norte/sur, cifrar las comunicaciones en tránsito donde sea necesario y que el tráfico de microsegmentos este/oeste fluya entre servidores de la misma red.
Con este tipo de medidas se puede garantizar la seguridad de un centro de datos, aunque todo depende de su tamaño y capacidades. Las medidas de seguridad van variando y evolucionando en función de las posibilidades tecnológicas que ofrezcan las empresas para sus centros de datos, de modo que es de vital importancia contar con un sistema de seguridad que sea capaz de cumplir con todas las necesidades que requiere para evitar que la información que almacena pueda ser obtenida por cualquiera.