El Cabildo de Tenerife ha comenzado las obras de reforma y mejora de la Planta de Tratamiento de Lixiviados en el Complejo Ambiental de Tenerife, ubicado en Arico. Con un presupuesto de 6,4 millones de euros y un plazo de ejecución de seis meses, la planta permitirá transformar los líquidos generados en la gestión de residuos en agua reutilizable para usos urbanos y agrícolas.
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, y el director insular de Residuos, Alejandro Molowny, visitaron el complejo con motivo del inicio de los trabajos. Pérez destacó que la planta es una infraestructura necesaria para tratar todos los líquidos que provienen de la gestión de los residuos y transformarlos en agua reutilizable.
Molowny explicó que la planta gestionará toda la parte líquida del residuo en dos fases distintas: una primera etapa de ósmosis y una segunda de deshidratación de los concentrados resultantes. “Es importante porque un 90% del lixiviado lo vamos a poder convertir en agua reutilizable”, dijo.
Además, el producto obtenido de la deshidratación del concentrado se utilizará, tras el análisis y conclusiones de un proyecto de investigación, para mezclar con áridos y cementos para su uso en la construcción, convirtiéndolo así en un recurso. Este proceso de deshidratación se realizará con energías sobrantes del Complejo Ambiental de Tenerife.