Vicky Colomer, residente de El Médano, miembro de la plataforma vecinal local y militante del Partido Animalista PACMA, participó recientemente, junto con otros miembros de dicha plataforma, en una reunión con la alcaldesa de Granadilla de Abona, Jennifer Miranda, y otros cuatro concejales, para abordar, entre otras cuestiones, el uso de pirotecnia en las últimas fiestas del barrio, cuyos restos fueron recogidos por kilos desperdigados por el litoral el pasado mes de septiembre.
Durante la exposición, Colomer argumentó, evidenció y respaldó la que considera como “imperativa necesidad medioambiental” de poner fin al uso de estos explosivos.
La vecina asegura que, durante el encuentro, los ediles se comprometieron a reducir significativamente el uso de fuegos artificiales en eventos de carácter público. Destaca que, a raíz de dicha reunión, el Ayuntamiento no lanzó fuegos artificiales durante las fiestas de Navidad, lo cual “aplaude” y “espera que se mantenga en el tiempo”.
El Partido Animalista PACMA colgó, en la red social Instagram, un vídeo donde se aprecia la cantidad de desechos reunidos por la militante pocas horas después de la finalización de las fiestas. Entre los restos hallados se encuentran fragmentos de petardos de diversos materiales, todos altamente contaminantes. Se destaca la presencia de cilindros de PVC y otros no reciclables, todos esparcidos entre la arena y la orilla del mar, agravando aún más el impacto ambiental de esta práctica.
PACMA ha reclamado durante años la prohibición de la pirotecnia ante las administraciones públicas, llegando a recopilar hasta 18.000 firmas a mano en 2022, que fueron entregadas al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, sin que hasta la fecha este se haya pronunciado al respecto.
Polémica por el impacto nocivo de la pirotecnia
La pirotecnia, además de su impacto evidente en la contaminación visual y acústica, genera efectos nocivos que a menudo pasan desapercibidos. Los residuos de pirotecnia contienen sustancias químicas perjudiciales, como metales pesados y compuestos tóxicos, que se filtran en el suelo y el agua, afectando negativamente a la flora y fauna, pudiendo ser ingeridos por algunos animales y ocasionarles graves problemas de salud, e incluso la muerte.
Los estruendos y destellos luminosos causan un estrés extremo en muchas especies, generando consecuencias perjudiciales para su salud física y psicológica. Además, se han documentado casos de animales que resultan heridos o incluso mueren como resultado directo de la pirotecnia, como es el caso de las aves, y colateralmente, perros y gatos que se escapan de sus viviendas, se pierden y acaban muriendo atropellados o de infartos.
Por último, las personas también están expuestas a riesgos asociados con la pirotecnia, como lesiones traumáticas, problemas respiratorios debido a la inhalación de partículas tóxicas y efectos psicológicos, especialmente en aquellos con trastornos sensoriales.
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