Como seres humanos, nuestra existencia es tan compleja, pero al mismo tiempo puede pender de un hilo tan delicado que podría dejarnos perplejos.
Quizá ya estamos tan acostumbrados a la disponibilidad (a veces casi inmediata) de recursos que nos olvidamos de que éstos no son eternos.
Todo a nuestro alrededor subsiste por un equilibrio, un equilibrio que seguimos alterando a pasos agigantados año tras año y cuyas consecuencias, no tardan en llegar hasta nuestra mesa.
Afortunadamente, aún hay mucho que se puede hacer y un cambio trascendental puede empezar desde la tierra.
Y es que la agricultura sostenible ya es una realidad, pero para que genere un impacto positivo real y a largo plazo, debe avanzar respetando y mejorando la biodiversidad.
Pero, ¿cómo funciona esta unión? Ahora te lo contaremos.
El Desarrollo Humano Insostenible y Sus Severas Consecuencias
Llevamos habitando la tierra durante miles de años y, sin lugar a dudas, hemos dejado nuestra huella.
Y no, no solo hablemos de una huella positiva, pues si bien hemos tenido que adaptarnos evolutivamente a nuestro entorno, también lo hemos modificado.
Muchas de estas modificaciones han traído serias consecuencias para el delicado equilibrio de nuestro ecosistema, por lo que hemos obtenido ciertas facilidades pero a un costo bastante elevado.
Especies (botánicas y animales) extintas, alteraciones de los suelos, degradación del fondo marino, contaminación de agua y aire…la lista puede continuar, pero aunque es necesario ser conscientes de los hechos, el verdadero cambio ocurre cuando tomamos medidas.
Una Población Mundial en Aumento, Recursos en Agonía…¿Qué Papel tiene la Agricultura?
Por miles de años la tierra nos ha dado qué comer, casi incondicionalmente. A pesar de la explotación indiscriminada de sus recursos, aún sigue dándonos sustento.
Pero este panorama ya no es tan favorable. De hecho, hace décadas dejó de serlo, solo que ahora estamos notando consecuencias más y más severas.
Por esta razón, ahora más que nunca es necesario proteger la biodiversidad, pues de ella depende que los cultivos que nos proveen de alimento sean realmente sostenibles a largo plazo.
Adoptar un modelo de agricultura sostenible garantiza un equilibrio en el medio ambiente, y como resultado se convierte en un instrumento clave para que las generaciones presentes y futuras podamos disponer de alimentos nutritivos.
Asimismo, nos permite revertir esas tendencias que están conduciendonos, a un ritmo cada vez más rápido, al deterioro y degradación de nuestros recursos naturales.
Pero esto no es todo. Los agricultores también pueden beneficiarse de este tipo de iniciativas, pues se busca que los cultivos no solo sean más sostenibles, sino también rentables.
A día de hoy, gracias a la biotecnología podemos contar con herramientas de la propia naturaleza como los microorganismos.
Éstos se han convertido en la clave para potenciar la productividad agrícola, ayudando a mejorar la calidad de los suelos y aportando alternativas de fertilización eco-amigables y efectivas.
Por lo tanto, las alternativas ya existen, y ya sea como productor o consumidor puedes apoyarlas y ayudar a construir un mejor futuro para todos…¿Y tú? ¿Qué harás?