Noticias Tenerife Adjudican el proyecto de redacción a Proyelim, S.L para demoler el Hotel Abandonado de Añaza

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Adjudican el proyecto de redacción a Proyelim, S.L para demoler el Hotel Abandonado de Añaza

El edificio, que lleva abandonado desde hace casi medio siglo, fue cercado y señalizado por el Ayuntamiento de Santa Cruz ante la imposibilidad de localizar a los propietarios. El alcalde José Manuel Bermúdez destaca que el inicio del expediente de demolición es una “noticia positiva” para el distrito Suroeste, Añaza y el municipio en general.

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Zaida González, en su papel de concejala de Urbanismo en el Ayuntamiento de Santa Cruz, ha anunciado que se llevará a cabo un procedimiento de demolición de un edificio abandonado desde 1975 en el barrio de Acorán ‘El Hotel Abandonado de Añaza’. Esta acción se ha vuelto necesaria debido a la imposibilidad de localizar a los propietarios del edificio, que ya había sido cercado y señalizado debido a preocupaciones de seguridad.

El Ayuntamiento, a través del área de Urbanismo bajo la dirección de Zaida González, ha adjudicado el proyecto de demolición a la empresa Proyelim, S.L. Este proyecto tiene un costo que supera los 123.000 euros y un plazo de entrega de cinco meses.

La Gerencia de Urbanismo ha intentado en múltiples ocasiones localizar a los propietarios del solar donde se encuentra el edificio, instándolos a asumir su responsabilidad y autorizar los trabajos de seguridad necesarios debido al peligro que representa para los transeúntes.

El alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, ha destacado las dificultades y contratiempos que han surgido en el proceso de demolición debido a que el edificio es de propiedad privada. Sin embargo, considera que el inicio del expediente para su derribo es una “noticia positiva” para el distrito Suroeste, Añaza y el municipio en general, ya que eliminará un obstáculo abandonado durante muchos años que ha sido una demanda de la ciudadanía.

Zaida González, la concejala de Urbanismo, ha explicado que este trabajo es continuación de los esfuerzos iniciados en 2018 por su compañero Carlos Tarife y continuados por Guillermo Díaz Guerra. Su objetivo es finalizar, en este mandato, la demolición de un edificio que ha causado numerosos problemas desde su construcción y representa un riesgo para la seguridad pública. Además, ha señalado que el Ayuntamiento ha invertido significativamente en evitar el acceso a este edificio, que además de ser peligroso, afecta negativamente al paisaje al encontrarse en una zona de protección costera.

El edificio en cuestión, que se inició en 1973 con la intención de construir un hotel de 741 apartamentos, quedó en estado de estructura incompleta desde 1975, según lo indica el ayuntamiento, “los promotores abandonaron el proyecto“.

El mismo, presenta una planta en forma de Y griega, 22 pisos de altura, una superficie de 2.350 metros cuadrados y una estimación de más de 40.000 metros cuadrados de construcción, de acuerdo con la licencia concedida en ese momento bajo los planes especiales de Interés Turístico.

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