Cuando bajan las temperaturas, muchas personas optan por cubrir la piscina y olvidarse de ella hasta la primavera. Craso error.
Un mal mantenimiento invernal puede convertir tu piscina en un foco de algas, bacterias y reparaciones costosas cuando llegue el buen tiempo.
La buena noticia es que mantener tu piscina en invierno no tiene por qué ser complicado ni caro, si sigues una estrategia clara y realista.
En este artículo te explicamos paso a paso cómo mantener tu piscina en perfectas condiciones durante los meses fríos, ya sea una piscina privada o comunitaria, y cómo evitar los errores más comunes.
Además, te contamos por qué el uso de productos como el antialgas y contar con los recambios adecuados pueden marcar la diferencia.
¿Hay que vaciar la piscina en invierno?
Una de las creencias más extendidas es que hay que vaciar la piscina en invierno. Nada más lejos de la realidad. El agua actúa como barrera térmica y protege el vaso de la piscina frente a las heladas y a la presión del terreno.
Además, mantener la piscina llena evita la aparición de grietas, el deterioro de juntas y problemas estructurales.
Solo se recomienda vaciarla completamente si la piscina presenta filtraciones graves, daños estructurales importantes o si no va a usarse durante varios años.
En cualquier otro caso, mantenerla llena con el nivel ligeramente por debajo de los skimmers y protegida con una cubierta de invierno, es lo más recomendable.
Limpieza previa: la clave para una buena hibernación
Antes de tapar la piscina, hay que dejarla impecable. Esto no es solo una cuestión estética, sino funcional. Las hojas, algas y residuos orgánicos son el caldo de cultivo perfecto para que el agua se deteriore rápidamente.
Lo ideal es realizar una limpieza completa del fondo, las paredes, los skimmers, el prefiltro de la bomba y el filtro, ya sea de arena o cartucho. Además, es importante ajustar el pH entre 7,2 y 7,6 y aplicar un tratamiento de choque con cloro rápido.
Este paso garantiza que el agua quede desinfectada antes de aplicar el producto invernador y reduce la necesidad de usar productos agresivos durante el invierno.
El tratamiento invernador y el uso de antialgas
Uno de los errores más frecuentes es pensar que la piscina no necesita ningún producto químico durante el invierno.
Aunque el uso de cloro debe reducirse, es imprescindible aplicar un tratamiento invernador específico, que contenga un buen antialgas para piscinas.
Estos productos previenen la aparición de microorganismos, cal y algas durante meses con una sola aplicación.
Para zonas templadas donde las temperaturas no bajan demasiado, se recomienda repetir la aplicación cada 6-8 semanas, siempre con el sistema de filtrado en marcha para distribuir bien el producto.
¿Hay que filtrar el agua en invierno?
Sí, aunque menos que en verano. Una o dos horas de filtrado a la semana es suficiente en la mayoría de los casos. Este movimiento del agua evita que se estanque, que aparezcan malos olores o que se generen depósitos en las conducciones.
Si vives en una zona fría, es fundamental vaciar las tuberías externas o usar productos anticongelantes especiales.
Asimismo, no olvides revisar las bombas y motores cada pocas semanas para evitar bloqueos o daños por inactividad.
En este punto, también es recomendable tener a mano ciertos recambios para piscinas como juntas, tapones o mangueras por si se detecta una pequeña fuga o avería durante los meses fríos.
La cubierta de invierno: imprescindible, no opcional
Una buena cubierta invernal es mucho más que un accesorio. Es tu barrera principal contra las hojas, la suciedad y el sol. Lo ideal es que sea opaca, resistente al desgarro y que se fije firmemente para que no se hunda ni se desplace con el viento.
En piscinas comunitarias o públicas, también es importante que cumpla con la normativa de seguridad. La inversión en una buena cubierta reduce el uso de químicos y alarga la vida útil de todos los elementos de la piscina.
Tecnología al servicio del mantenimiento
Existen hoy en día sistemas automáticos que controlan el pH, dosifican productos químicos y activan la bomba según la temperatura. Algunos modelos incluso permiten hacer un seguimiento desde el móvil.
Estas soluciones, cada vez más accesibles, son ideales para segundas residencias o para quienes quieren despreocuparse sin comprometer la calidad del agua. Y además, permiten ahorrar en productos químicos al optimizar su uso.
Consejos finales según tu zona climática
- Zonas húmedas o templadas como Canarias: mantener la filtración activa más días a la semana y reforzar el uso de antialgas. El agua puede reutilizarse gran parte del año.
- Zonas frías (interior peninsular, norte): aplicar una dosis más potente de invernador, revisar el sistema hidráulico periódicamente y tener recambios de emergencia preparados.
Como habrás comprobado, hinbernar la piscina correctamente no solo evita disgustos en primavera, también te ahorra dinero en reparaciones y en productos químicos.
Con una buena limpieza inicial, el uso de productos como el antialgas para piscinas, una cubierta adecuada y una pequeña dosis de atención técnica, puedes mantener el agua limpia durante todo el invierno.
Y recuerda: contar con un pequeño stock de recambios para piscinas puede sacarte de más de un apuro.
Si no quieres complicarte, consulta con profesionales del mantenimiento y asegúrate de que tu piscina llegue a la primavera lista para disfrutar, no para lamentarse.