Álvaro Garrido, chef y propietario del reputado restaurante Mina (Bilbao, una estrella Michelin y dos soles Repsol), es el invitado del segundo “Top Dinners ‘22”, proyecto gastronómico del restaurante 1973 Taste (hotel Villa Cortés, Arona, Tenerife) que está llevando a Tenerife a grandes cocineros peninsulares en formato de enriquecedora “jam session” culinaria.
Tras el “sold out” de la primera edición “Top Dinners”, con Artur Martínez, del Aürt* de Barcelona, el segundo envite lo protagonizará el gran Álvaro Garrido, primera espada de la cocina vasca, nacional e internacional.
La culinaria de Garrido se basa en la complejidad de lo instantáneo, del mercado, de la temporada; un creacionismo eléctrico y colorista que juega con el producto de proximidad y otros ingredientes exóticos para recrear universos de sensual armonía, en los que siempre se agazapan la sorpresa y la explosividad desde el virtuosismo técnico y estético.
Una cocina que se maravilla del Cantábrico, pero que se propulsa a otros mundos…
Con ambos cocineros, Garrido y Schattenhofer, muy vinculados a la celebración del territorio y el mar próximos (uno el Cantábrico, otro el Atlántico) y a la alta destreza técnica, la jam sesión promete un extraordinario estallido de sensorialidades exquisitas.
Álvaro Garrido, por su lado, con sus elaboraciones metáfora del Cantábrico, de donde llegarán sus poderosas materias primas, con platos como la profunda sopa de txangurro con yema en salazón, escamas crujientes y algas marinas; el delicado chicharro ahumado con crema de coliflor y encurtidos; el muy vasco bonito del norte confitado con jugo de sus espinas y esencia de piparras; las sofisticadas cocochas de bacalao con jugo de berberechos; o la papada de Euskal Txerria (el raro cerdo autóctono vasco) confitada con cigala en monumental “mar y montaña”.
En el turno de Schattenhofer, deliciosas novedades y grandes hits: pica pica con productos de las costas tinerfeñas; la singular gamba canaria con lapas guisadas y mojo hervido de musgo; el envolvente arroz marino con longorón de nuestra islas y brotes de tierras marinas; el poderoso tabletón de profundidad de El Hierro con guiso marino y toques de mojos cítricos; la monumental carne cabra “homenaje a nuestros cabreros”; la ya famosa cata de queso vertical; o el sorbete de yoghourt de cabra con escamas de gofio, algas y crema de hojas de barilla (ficoide glacial).
Todo ello, con una armonía de vinos a partir de una selección del sumiller de grandes vinos.
Una cena exclusiva que será seguida, a lo largo de 2022, por una programación de “cuatro manos” nunca vista hasta el momento.