El regreso a clases marca la vuelta a la rutina, y con ella unos cuantos desafíos para adaptarnos nuevamente.

Y sí, hasta volver a fijarnos un hábito de sueño saludable puede ser todo un reto, pero la verdad es que lograr un equilibrio es más fácil de lo que parece.

Solo basta con implementar pequeños cambios progresivos para asegurar noches de sueño reparadoras para toda la familia. A continuación, te contamos cuáles son y cómo incorporarlos a vuestra rutina.

¿Por qué Priorizar el Buen Descanso en esta Nueva Vuelta al Cole?

Como bien lo sabes, ya está a la puerta una temporada llena de cambios y adaptaciones, tanto para los niños como para nosotros los padres.
Sin embargo, entre tantas cosas que tenemos en la cabeza (material de estudio, uniforme, comidas, horarios…) uno de los aspectos que a menudo pasamos por alto es el descanso.

La verdad es que asegurar un buen sueño no solo es crucial para el rendimiento académico de tus hijos, sino también para su bienestar general y, por supuesto, para tu salud y tranquilidad.
Pero, ¿cómo afecta el NO tener un buen descanso en temporada de clases?
• Impacto en la Salud Física
Un sueño insuficiente puede tener varias consecuencias negativas en el organismo, como un mayor riesgo de enfermedades, incluyendo la obesidad, problemas cardíacos y una mayor vulnerabilidad a infecciones.

Los niños que no duermen lo suficiente pueden experimentar fatiga durante el día, lo que afecta su capacidad para participar en actividades físicas, algo esencial para su desarrollo.

Además, la falta de sueño también puede llevar a un aumento en la producción de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede tener efectos negativos a largo plazo en la salud física de tus hijos.

Todo esto sin contar los efectos negativos que tiene para ti como padre, además de la preocupación constante.
• Impacto en la Salud Mental
A nivel psicológico, la falta de sueño puede contribuir a problemas como la ansiedad, la depresión y la irritabilidad (sí, esto aplica tanto para adultos como para los chicos).

En el caso de los niños que no duermen lo suficiente, éstos suelen tener dificultades para concentrarse en clase, lo que puede afectar su rendimiento académico y su capacidad para aprender.

Además, un mal descanso puede hacer que se sientan más estresados, lo que a su vez puede afectar sus relaciones con sus compañeros y con los miembros de la familia.

Para ti, como padre o madre, también es crucial descansar bien. Un buen sueño te ayudará a mantener la paciencia y la energía necesarias para manejar las exigencias diarias, desde el trabajo, el hogar y hasta la crianza de los hijos.

Recuerda que al priorizar el descanso en casa, no solo estás cuidando de la salud de tus hijos, sino también de la tuya.

Tips para Lograr un Descanso Saludable al Terminar las Vacaciones Escolares

Ya hemos aceptado que llegó el momento de volver a las rutinas habituales, así que, ¿cómo hacer más fácil esta transición?

Aquí tienes algunos consejos prácticos que te ayudarán:

1. Establece una rutina de sueño consistente

Una o dos semanas antes del inicio de las clases, comienza a ajustar los horarios de sueño de tus hijos, y el tuyo también, para que se vayan a dormir y se levanten a la misma hora todos los días.

Esto ayudará a que sus cuerpos se adapten gradualmente al nuevo horario y evitará que se sientan agotados durante las primeras semanas de clases.

2. Crea un ambiente de dormir relajante

El entorno de sueño es tan importante como la cantidad de horas que duermes.

Asegúrate de que las habitaciones están oscuras, silenciosas y a una temperatura adecuada.
Puedes usar cortinas opacas para bloquear la luz exterior y considerar el uso de una máquina de ruido blanco si hay ruidos que puedan interrumpir el sueño.

3. Limita la exposición a pantallas antes de dormir

Las pantallas de televisores, teléfonos y tabletas emiten luz azul, la cual puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

Establece un “apagón digital” al menos una hora antes de ir a la cama. En su lugar, incorpora de a poco algunas actividades relajantes como leer un libro o tomar un baño caliente.

4. Incorpora actividad física durante el día

El ejercicio regular no solo es bueno para la salud general, sino que también puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. Asegúrate de que tus hijos tengan tiempo para jugar y realizar actividades físicas al aire libre durante el día.

Sin embargo, evita que hagan ejercicio intenso justo antes de acostarse, ya que esto podría dificultarles relajarse y conciliar el sueño.

5. Considera la calidad de tu colchón

Un buen descanso no solo depende de los hábitos, sino también de dónde duermes.

Si tu colchón tiene más de 8 años, o si te levantas con dolores o molestias, considera renovarlo.

Invertir en un colchón de buena calidad puede hacer una gran diferencia en la calidad del sueño, no solo para ti, sino también para tus hijos.

Un colchón adecuado ofrece el soporte necesario para la columna y ayuda a evitar interrupciones en el sueño.

Hay colchonerías en Sevilla en las que puedes encontrar una amplia variedad de ofertas, pero lo más recomendable es fijarte en aspectos como su nivel de transpirabilidad, la firmeza y la ergonomía que ofrecen.

Por ejemplo, una de las prestaciones más interesantes son las fundas con tejido Strech para mayor comodidad y transpirabilidad.

Incluso, en tiendas Beds hay opciones muy interesantes que incorporan capas viscoelásticas. Estas con su conocido “efecto memoria” nos permiten disfrutar de una postura perfecta liberando todas las presiones y adaptándose de manera ergonómica.

6. Mantén una alimentación ligera antes de dormir

Las cenas ligeras y evitar las comidas pesadas o muy azucaradas antes de acostarse también es fundamental para dormir bien.

Una digestión pesada puede interferir con la capacidad de conciliar el sueño, por lo que es mejor optar por comidas ligeras y saludables en la cena.

Además, evita las bebidas con cafeína en las horas previas al sueño.

En resumen, priorizar un buen descanso en esta nueva rutina escolar es una inversión en la salud y el éxito académico y personal de tus hijos, pero también en tu tranquilidad.

Al asegurarte de que duerman lo suficiente y sin incomodidades, les estás dando las herramientas necesarias para desenvolverse sin problemas en la escuela y en la vida diaria.