Pastora Soler conquistó al público este domingo 21 de septiembre en el Auditorio de Tenerife, donde ofreció el segundo y últimeo concierto de su gira en Canarias dentro del ciclo Festival Mar Abierto.
La cita, enmarcada en la gira “Rosas y Espinas – 30 años”, se convirtió en una velada marcada por la emoción, la fuerza vocal y una conexión sincera con sus seguidores.
La artista sevillana regresó al archipiélago tras el éxito obtenido el pasado 11 de mayo en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, donde agotó todas las entradas. Esta vez lo hizo para despedirse de las islas con un espectáculo a la altura de su trayectoria.
A las 19:00 horas, las luces se apagaron y la cantante apareció en el escenario luciendo un llamativo vestido blanco de cola flamenca, que realzó su presencia bajo los focos mientras la acompañaban sus músicos.
El concierto recorrió los principales hitos de su carrera, desde sus inicios en la copla hasta sus temas más recientes, pasando por baladas y sonidos pop. Canciones como Dámelo ya, Flor de Romero, Perdóname o La tormenta dieron forma a un repertorio que osciló entre la nostalgia y la celebración de tres décadas en los escenarios. La artista también presentó algunos temas de su último trabajo discográfico, ‘30’.
El público tinerfeño no tardó en demostrar a Pastora Soler las ganas que tenía de disfrutar de su concierto. Ovaciones, vítores y una conexión palpable con la artista marcaron la velada, reflejándose en los rostros iluminados de sus seguidores.
Con su inconfundible talento, la sevillana logró emocionar y estremecer a todos los presentes en el Auditorio de Tenerife. Durante la actuación, la cantante agradeció al público isleño con unas sentidas palabras: “Para mí es un honor estar hoy aquí porque ustedes sois una parte importante de mi historia”.
Uno de los momentos más sorprendentes llegó justo antes de interpretar uno de sus temas más esperados, La mala costumbre. La artista descendió por la escalera principal de la Sala Sinfónica para cantar junto al público, generando una atmósfera cargada de emoción y magia compartida.
El punto álgido de la noche se vivió con Quédate Conmigo, la canción que llevó a Soler a representar a España en Eurovisión 2012. Ante más de 1.600 personas, la artista revivió aquel momento histórico y volvió a poner los pelos de punta a quienes tuvieron el privilegio de escucharla en directo.
“Es un orgullo para mí actuar en esta isla de la que estoy enamorada”. Con estas palabras, la cantante presentó el tema Te despertaré, que evocó con especial afecto por haber grabado su videoclip en Tenerife, donde ahora lo interpretaba acompañada por el coro de su público.
Natural de Coria del Río (Sevilla), la artista volvió a demostrar por qué se mantiene como una de las voces más queridas del panorama musical español. Su talento, carisma y entrega en el escenario reafirmaron su condición de figura imprescindible en la música nacional.