Noticias Tenerife El musical Añoranzas se reactiva en Arona con gran acogida entre los mayores

El musical Añoranzas se reactiva en Arona con gran acogida entre los mayores

En su edición de 2024, este exitoso proyecto de teatro, folclore y rescate etnográfico, que estuvo en pausa durante cinco años, rendirá homenaje al oficio tradicional de las roseteras

El Ayuntamiento de Arona, a través de sus áreas de Mayores y Patrimonio Histórico, ha anunciado la apertura de inscripciones para la edición 2024 de Añoranzas. Este proyecto, que se dirige a las personas mayores del municipio, es una combinación de teatro costumbrista, folclore canario, y divulgación etnográfica. Además, ofrece un espacio dinámico y participativo que promueve el bienestar y la salud de los mayores, alineándose con los principios del envejecimiento activo.

La próxima semana dará inicio la nueva edición del musical Añoranzas, con ensayos de teatro y baile en los centros de mayores de Arona. El proyecto culminará el 30 de mayo en el Auditorio de Los Cristianos con una representación centrada en la artesanía y la tradición rosetera.

Pura Martín, concejal de Mayores en el Ayuntamiento de Arona, destacó que este proyecto, que nació en 2016, se reactiva tras un “largo paréntesis post pandemia de cinco años”. Martín subrayó que la respuesta de las personas mayores a esta propuesta “ha sido fantástica, con gran cantidad de personas interesadas en inscribirse en las clases de teatro y baile que se desarrollarán durante dos meses para preparar el espectáculo con el que brillarán el Día de Canarias”.

Martín recordó que este evento ha congregado a más de un centenar de mayores en el escenario y ha generado ovaciones entre el público. “Llegó a ser una de las citas más destacadas del municipio, tanto por la calidad de sus multitudinarias puestas en escena como por hacerlo representando escenas de nuestro pasado que la mayoría de la sociedad aronera actual solo conoce de oídas”.

El bienestar y la salud que este proyecto aporta a las personas mayores que participan en él, según Martín, “es otro de los puntos fuertes de este proyecto que propicia un punto de encuentro en el que los mayores se relacionan entre sí en torno a un proyecto que les ilusiona, conectando así con la fórmula del envejecimiento activo”. “Era una pena que se perdiera una iniciativa tan bonita, tan positiva, tan apreciada por los mayores y tan importante en términos de rescate cultural y patrimonial solo por desinterés político –manifestó–, motivo el que su rescate ha sido uno de mis objetivos principales desde que volví a asumir el Área de Mayores a principios de este mandato”.

Martín también resaltó la buena acogida de dedicar esta edición de Añoranzas a la tradición rosetera. En ediciones anteriores, la actividad rindió homenaje a la figura del candil, a oficios tradicionales femeninos como el de las tomateras, las pescadoras o las marchantas, al agua, los cántaros y lavaderos y, en su última edición, a cómo se enamoraba antes.

Por su parte, Luis García, concejal de Patrimonio Histórico Cultural, señaló que la participación de su área y del Ayuntamiento en proyectos como este “es prácticamente un deber”, no solo por los beneficios que aporta al colectivo de mayores, “sino porque esta iniciativa conlleva una importante labor de rescate y puesta en valor de nuestras tradiciones y patrimonio etnográfico, permitiendo mantener viva la memoria de la sociedad aronera del ayer y asegurando un valioso legado cultural a generaciones futuras”.

Su concejalía, según García, ha estado apoyando durante años la recuperación de este oficio tradicional “que tiene el futuro garantizado” gracias al gran trabajo realizado por la Asociación de Roseteras y Caladoras Tomasita.

García enfatizó la necesidad de resaltar la importancia que la ‘industria de la roseta’ tuvo en Arona en el pasado, ya que fue crucial para el sustento económico de muchas familias, donde la mujer desempeñó un papel principal en esa microeconomía familiar. “Arona fue territorio de rosetas y queremos que vuelva a serlo”, señaló el edil.

El colectivo está compuesto por cerca de cincuenta personas que se reúnen para perpetuar la tradición de las rosetas y calados, manteniendo la tradición y enseñando a las nuevas generaciones las técnicas ancestrales de este arte.

Como expuso Luis García, “esa labor de rescate etnográfico ha logrado que esta tradición, que estuvo a punto de desaparecer, esté volviendo a tejer hilos de nuestra historia presente, por lo que el homenaje a las roseteras a través de Añoranzas tiene un doble sentido, por su significado pasado y también por el que está volviendo a adquirir”.

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