El primer domingo de marzo, en Arona se lleva a cabo la Rogativa tradicional, una procesión que atraviesa las calles del casco del municipio hasta llegar a Montaña Frías con el propósito de solicitar lluvia.
La Rogativa al Cristo de la Salud o Rogativa de la Lluvia se originó en la década de los años 20 del siglo XX como una expresión piadosa destinada a invocar la lluvia para beneficio de los campos y la agricultura.
Esta arraigada tradición, vinculada a la historia agrícola del municipio y con el agua como elemento central para la prosperidad del campo, ha perdurado a lo largo de casi un siglo, transmitiéndose de generación en generación, con algunas interrupciones.
A las 10:30 de la mañana, está programado que el Santísimo Cristo de la Salud sea llevado en procesión desde la parroquia de San Antonio Abad hasta el cementerio.
El recorrido incluirá las calles Domínguez Alfonso, avenida de la Constitución, La Mejora, calle del Sitio y camino Llano del Rey, con algunas paradas a lo largo del camino donde los vecinos suelen recibir al Cristo con pétalos de rosas, cantos y poesías.
Al llegar a la ermita de la Virgen de la Milagrosa, se llevará a cabo la tradicional eucaristía a las 12:30.
Después de la misa, y tras ascender a lo alto de Montaña Frías, la procesión continuará hacia el cementerio.
A las 14:00 horas, se realizará una ofrenda musical al Santísimo Cristo de la Salud a cargo de la Parranda del Ron y los profesores de la Escuela de Folklore del Patronato de Cultura de Arona, así como los solistas Josué Rodríguez y Khadim Gueye, junto con bendiciones para todos los presentes.
El Cristo de la Salud, reconocido como el Alcalde Perpetuo de Arona, es la advocación de Cristo más venerada en el sur de Tenerife. Se trata de una escultura de madera policromada perteneciente al estilo barroco y a la escuela canaria, siendo obra del escultor güimarero Lázaro González de Ocampo. Esta talla fue elaborada en la segunda mitad del siglo XVII.
Inicialmente, la imagen se encontraba en el Convento de San José o de Las Claras, ubicado en la Villa de La Orotava. Más tarde, en 1806, fue adquirida por la Parroquia de San Antonio Abad en Arona, donde fue trasladada.