Este evento permitió combinar la celebración de la Santa Misa, realizada en una Ermita que este año conmemora su 400 aniversario, con la manifestación popular de alegría y tradiciones características de la romería.
Desde 1625, la figura de San Antonio Abad ha sido venerada en el núcleo de lo que actualmente se conoce como Arona Casco. Por este motivo, estas festividades tienen un profundo significado para el pueblo, al rendir homenaje a las tradiciones y destacar el pasado y la historia que han moldeado al municipio tal como es hoy.
Tras la salida del templo de la imagen de San Antonio Abad, comenzó una Romería en la que la música, la gastronomía, la familiaridad y la amistad fueron los grandes protagonistas. Sin embargo, no fueron los únicos. Uno de los aspectos de mayor tradición en este evento fue la bendición de los animales, una costumbre ancestral que se ofrece tanto a animales grandes como a pequeñas mascotas.
Las carrozas, las parrandas, los grupos… las calles de Arona Casco, declaradas Bien de Interés Cultural, se llenaron de una amalgama de colores hasta bien entrada la tarde.
Para poner el broche final a este domingo festivo, las orquestas Wamampy y Los Ideales cerraron la jornada con un vibrante final musical.