La Federación Sindical Canaria (FSC) ha dejado claro que no tiene intención de garantizar servicios mínimos durante la huelga general convocada por la Mesa Sindical de Hostelería de Canarias en el sector de la hostelería, prevista para los días 17 y 18 de abril de la Semana Santa, en todo el archipiélago.
Pese a que las patronales han solicitado a la Consejería de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias establecer estos servicios básicos para mitigar el impacto de la protesta, los sindicatos han rechazado cualquier posibilidad de garantizar atención a los clientes durante los días de paro.
El Gobierno de Canarias ha convocado a una reunión urgente con las partes implicadas para el lunes 14 de abril a las 9.30 horas en el Edificio de Usos Múltiples III, en Las Palmas de Gran Canaria. El mismo lunes 14, las patronales Ashotel y AERO se reunirán con CCOO y FSC (SBC, FSOC, USO e Intersindical Canaria) y UGT en el hotel Mencey de Santa Cruz de Tenerife. Los encuentros buscan encontrar una salida negociada y valorar la posibilidad de establecer ciertos mínimos operativos, aunque desde la FSC ya han anticipado su negativa.
Desde la Federación Sindical Canaria insisten en que la hostelería “no es un servicio esencial”, como la sanidad y el transporte, y que, por tanto, los únicos mínimos aplicables serían los relativos a la seguridad de las personas e instalaciones. Es decir, descartan rotundamente atender a los clientes en los días de huelga. “Prestar servicios durante la huelga sería una sustitución encubierta de los trabajadores en huelga”, argumentan.
Con esta postura, los sindicatos trasladan la responsabilidad de mantener el orden y la seguridad en los establecimientos a los propios directivos y mandos intermedios de las empresas afectadas. Una decisión que ha generado inquietud entre los empresarios del sector y también entre turistas y ciudadanos que ya prevén una importante afectación durante la próxima semana.
Coacción empresarial
Comisiones Obreras (CCOO) asegura que hay una campaña de “coacción y amenazas” por parte de las empresas, que “retroceden a 1978” al intentar intimidar a los trabajadores y vulnerar el derecho constitucional a la huelga.
El sindicato denuncia que las patronales han cambiado su postura y, en lugar de restar importancia al paro, ahora recurren a tácticas “dictatoriales” para presionar a los empleados. Según CCOO, las empresas “amenazan con despidos” y buscan “coaccionar” a los trabajadores alegando que “el día después de la huelga te pasará”.
También señalan que algunas empresas están “informando malintencionadamente” a los trabajadores para infundirles miedo y que aprovechan la “precariedad laboral y crisis salarial” que “ellas mismas han generado”.
Además, CCOO ha denunciado que “a todas las personas que se «huelen» que quieren asistir a la huelga, les dan vacaciones y días libres” para evitar que se sumen al paro. Según el sindicato, algunas empresas incluso están ofreciendo hasta “100€ por ir a trabajar los días de huelga” o recurren a “suplantar a las personas que secunden la huelga con ETTs”.
Comisiones Obreras también ha asegurado que tomarán medidas legales contra todas las amenazas, extorsiones o coacciones detectadas, y recalcan que no permitirán que se “silencie a la clase trabajadora” porque “la dignidad obrera no se vende”.
Un conflicto enquistado tras reuniones fallidas
Cabe recordar que desde la Mesa Sindical de Hostelería de Canarias ya advirtieron la semana anterior que los tres encuentros mantenidos con las patronales fueron un “total fracaso”, y que la única vía para levantar la huelga pasaba por una aceptación completa de todas las reivindicaciones contenidas en el preaviso. Entre ellas, una revisión salarial extraordinaria más allá de lo pactado en el convenio de 2022, que debería partir —según los sindicatos— de una iniciativa expresa de las propias patronales.
El portavoz sindical, Manuel Fitas, llegó a advertir que el seguimiento de la huelga sería “masivo”, y señaló que la protesta no se limitaría a la ausencia en los centros de trabajo: los comités de empresa y trabajadores tienen previsto movilizarse a las puertas de los establecimientos y organizar manifestaciones en todas las islas y zonas turísticas.
Fitas aseguró que esta huelga no es solo una batalla laboral, sino “una batalla con la opinión pública”, al considerar que los beneficios del turismo en Canarias no se traducen en mejoras sociales reales. En esa línea, también vinculó la protesta al movimiento social Canarias tiene un límite, que denuncia la presión del modelo turístico sobre los servicios públicos y reclama “medidas adicionales” en políticas sociales como vivienda, sanidad o transporte.
Más protestas en mayo
Precisamente, el colectivo Canarias tiene un límite ha anunciado que, en mayo, volverán a salir a las calles, con una convocatoria ya confirmada en Tenerife, mientras esperan que el resto del Archipiélago se una a las protestas.
Denunciaban que, a pesar de la magnitud de la movilización del año anterior, las instituciones no habían tomado medidas efectivas para hacer frente a los problemas sociales y medioambientales derivados del modelo turístico.
También destacaban el empeoramiento en el acceso a la vivienda, la creciente desigualdad y la pérdida de patrimonio natural, advirtiendo que, si las autoridades no actuaban, el pueblo volvería a salir en masa para exigir un cambio.