Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Puesto de Santa Cruz de Tenerife, que prestaban servicio de Seguridad Ciudadana en el municipio de El Rosario, detuvieron el pasado día 2 de agosto a un varón, de 72 años de edad, como presunto autor de un delito de los relativos a la flora y la fauna y animales domésticos con resultado de muerte.
Los hechos comenzaron cuando una llamada de una testigo alertaba al Centro Operativo Complejo (COC) de la Comandancia de la Guardia Civil en Santa Cruz de Tenerife, de que un varón se encontraba golpeando a un perro con lo que parecía ser un azada, en el barranco de las inmediaciones de la iglesia de San Isidro, término municipal de El Rosario.
Al llegar a las inmediaciones de donde se estaban produciendo los hechos, lo agentes pudieron observar cómo un varón en la lejanía subía por la ladera del barranco, portando una azada en la mano.
Cuando el varón fue requerido en la distancia por los citados agentes de la Guarida Civil, hizo caso omiso en varias ocasiones, incluso estando éstos en sus inmediaciones continuaba caminando en dirección contraria, pudiendo comprobar los agentes que el acusado se dirigía a una finca cercana para luego desprenderse de la azada entre los matorrales, tras lo cual ya optó por cumplir las indicaciones y acercarse.
Al explicar los agentes al presunto autor del hecho delictivo el motivo su presencia, éste negó los mismos, alegando que simplemente se encontraba realizando labores de limpieza en las inmediaciones de una cueva que tenía en el barranco donde guardaba varios canes podencos de raza.
Los agentes comenzaron a inspeccionar toda la zona donde pudiera haberse cometido el ilícito penal y encontraron una azada que tenía manchas de lo que pudiera ser sangre en el cabo de la misma, cerca de la parte metálica. Además, cuando consiguieron bajar hasta el fondo del barranco donde supuestamente habían ocurrido los hechos, pudieron divisar el cuerpo sin vida de un can, tipo podenco, que mostraba heridas que a simple vista parecían muy recientes.
Conforme a los indicios que los agentes habían recabado en el lugar de la comisión del hecho delictivo y a fin de evitar la destrucción de pruebas, procedieron a la detención del varón como presunto autor de un delito tipificado en el artículo 337 del vigente Código Penal.
(“Será castigado con la pena de tres meses y un día a un año de prisión e inhabilitación especial de un año y un día a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, el que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual, a
- a) un animal doméstico o amansado/…/
- Las penas previstas en el apartado anterior se impondrán en su mitad superior cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes:
- a) Se hubieran utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida del animal./…/
- Si se hubiera causado la muerte del animal se impondrá una pena de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.)
Una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil también se personó en el lugar del hecho delictivo para continuar con las actuaciones realizadas, procediendo a trasladar el cuerpo sin vida del animal hasta un veterinario para la realización del correspondiente informe.
Las diligencias instruidas han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Santa Cruz de Tenerife.