La fase de prueba de carga en la estructura del semienlace de Las Chafiras ha finalizado con resultados satisfactorios. Este procedimiento es un paso crucial antes de la puesta en servicio de la infraestructura, que forma parte del proyecto del tercer carril de la TF-1, en el tramo comprendido entre San Isidro y Las Américas.
La prueba se llevó a cabo durante la noche del 1 al 2 de julio, entre los enlaces de Oroteanda y Las Chafiras. Rosana Melián, directora general de Infraestructura Viaria, explicó que esta prueba es “un procedimiento imprescindible previo a la puesta en servicio de cualquier estructura de carretera”. Su objetivo es “reproducir las condiciones de carga que la infraestructura deberá soportar, para verificar que su construcción y diseño cumplen con los requisitos técnicos y de seguridad establecidos en el proyecto”.
Durante el ensayo, se aplicó una carga estática con varios camiones de gran tonelaje, colocados estratégicamente en cada vano de la estructura. Se midió la deformación vertical de las vigas en el centro de los vanos y se realizó una inspección para descartar la aparición de grietas u otros daños.
Melián confirmó que “los resultados obtenidos han sido satisfactorios”. La estructura, aseguró, “cumple con los parámetros estructurales exigidos, sin presentar deformaciones fuera de los límites ni defectos visibles”, lo que confirma su idoneidad para el uso vial.