La autopista del sur de Tenerife ha sido testigo de un cambio significativo en su infraestructura con la demolición de un puente clave en San Miguel de Abona, en el marco de un proyecto destinado a reducir los constantes atascos de tráfico en la zona.
Durante el fin de semana, un equipo de operarios y maquinaria pesada llevó a cabo la demolición del puente que cruzaba la TF-1 a la altura de Las Chafiras, -tal y como lo había adelantado Pedro Martín hace unos años-, unas obras que fueron dirigidas por la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias.
Los escombros del puente son ahora todo lo que queda de esta estructura que, durante años, fue un punto de tránsito crucial.
La demolición de este puente no fue una tarea sencilla. Se requirió la coordinación de un extenso equipo de trabajo, compuesto por unos 50 profesionales, incluyendo maquinistas, chóferes, operarios, soldadores y técnicos.
Además, se emplearon 17 vehículos pesados entre los que se encontraban retroexcavadoras hidráulicas, camiones y máquinas de demolición con cizalla hidráulica.
Este operativo fue observado de cerca por los vecinos de la zona, quienes han seguido con atención los progresos de unas obras consideradas fundamentales para mejorar la movilidad en esta concurrida arteria.
Para minimizar el impacto en el tráfico de una autopista tan transitada, las labores de demolición se llevaron a cabo durante la madrugada, lo que permitió cortar temporalmente la TF-1 en Las Chafiras. El tráfico fue desviado utilizando los enlaces cercanos de Chafiras y Oroteanda.
Antes de iniciar la demolición, se retiraron las barreras de hormigón y se colocó una cama de tierra de un metro de espesor bajo el puente, para proteger el asfalto de los daños provocados por los escombros.
El derribo del puente marca el inicio de un proyecto de mejora mayor, que incluye la construcción de una macrorrotonda elevada para optimizar el flujo vehicular en la zona.
Esta nueva glorieta, que se situará a unos 5,75 metros sobre la autopista, tendrá un diámetro de 120 metros y mejorará notablemente la capacidad de circulación.
La estructura, que reemplazará al puente demolido, tendrá 19 metros de ancho y 58 metros de largo, superando las dimensiones del antiguo puente, que contaba con 40 metros de longitud y 10 de ancho.