La actualización a la baja de los valores catastrales de todos los inmuebles del municipio, solicitada por el Ayuntamiento a la Dirección General del Catastro, ha supuesto que todos los inmuebles vean reducido su valor catastral en un 4 %. Esta medida va a suponer un ahorro a los vecinos y vecinas de unos 200.000 euros para el presente año.
Tanto el alcalde, Arturo González, como el concejal de Hacienda, Antonio Manuel Rodríguez, manifiestan que “somos conscientes de que el impuesto de bienes inmuebles (IBI) es el tributo que más afecta al bolsillo, por lo que es de vital importancia aliviar la presión fiscal de las familias sanmigueleras”
Ambos mandatarios municipales señalan además, “que San Miguel mantiene el tipo de gravamen de 0,4%, que es el mínimo que establece la Ley y que esta reducción ha sido posible gracias a que nuestro municipio ha cumplido los requisitos que establece el Ministerio para acogerse a este tipo de medidas impositivas. La rebaja de la presión fiscal que va a repercutir en el recibo del IBI se puede acometer debido a que las arcas municipales están más que saneadas.
La reducción de los valores catastrales tendrá a su vez un efecto colateral positivo, tanto en el impuesto del IIVTNU (Plusvalía Municipal), así como los valores catastrales de segundas viviendas e inmuebles en el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.