El Ayuntamiento de Güímar ha aprobado un nuevo reglamento municipal de voluntariado, con el objetivo de promover y facilitar la participación ciudadana en actividades solidarias dentro del municipio.
La concejala de Participación Ciudadana de Güímar, Nayra Caraballero, ha señalado que este reglamento surge en respuesta a la “creciente demanda ciudadana de participar en actividades de voluntariado, así como al interés de las asociaciones por impulsar iniciativas que involucren a la población”.
Caraballero, quien supervisa la participación ciudadana en el municipio, sostiene que “regular la acción voluntaria es importante para apoyar y complementar a la desarrollada por el tejido asociativo local y se dirige especialmente a aquellos sectores en los que las asociaciones, ya sea por su número o por su ámbito de actuación, no cubren las demandas de los voluntarios y voluntarias”.
El reglamento tiene como objetivo principal establecer un marco normativo que regule la acción voluntaria en el municipio, definiendo los requisitos que deben cumplir los voluntarios y estableciendo el régimen jurídico de sus relaciones con las entidades de voluntariado y con los beneficiarios de las acciones. “Este paso representa un avance significativo en el fomento del voluntariado en nuestra comunidad”, afirma Caraballero.
La concejala destacó el papel crucial del voluntariado para “construir una sociedad más cohesionada, solidaria y resiliente”. También subrayó que el voluntariado ofrece “beneficios significativos tanto para los individuos como para la comunidad en su conjunto, al fomentar la conexión entre las personas y promover un sentido de pertenencia a la comunidad”.
Durante el periodo de exposición pública, el reglamento recibió varias contribuciones de los ciudadanos, lo que, según Caraballero, “demuestra el interés e implicación de la población en este ámbito”.
El reglamento incluye disposiciones que protegen tanto a los voluntarios como a la institución municipal, cubriendo aspectos como la responsabilidad civil, la seguridad en el lugar de trabajo y los derechos y deberes de ambas partes. Caraballero concluyó que al mostrar un “compromiso institucional con el voluntariado y proporcionar un entorno organizado, es más probable que las personas se sientan motivadas a contribuir con su tiempo y habilidades”.