La organización ecosocialista subraya que esta infraestructura no se justifica cuando se ha decidido priorizar la sostenibilidad y la transición ecológica.
Rechaza un proyecto que ya fue descartado por Costas en 2019 y que, en la crisis actual, tiene menos sentido aún que hace años.
Sí se puede considera que “el puerto de Fonsalía es el residuo de un modelo especulativo y fracasado, una infraestructura que no se justifica en un territorio vulnerable y limitado, donde en los últimos años se ha decidido priorizar la sostenibilidad, según distintas decisiones adoptadas por administraciones públicas tan significativas como el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y diversos ayuntamientos tinerfeños”, asegura Rubén Fuentes como portavoz del partido canario en materia de transición ecosocial.
Fuentes reitera el rechazo de Sí se puede a un proyecto que ya fue descartado por la Dirección General de Costas del Ministerio para la Transición Ecológica en 2019 y que, “tiene menos sentido aún que hace años, cuando actualmente la crisis provocada por la pandemia sitúa a Canarias ante la hora de la verdad respecto a qué modelo es viable para que la vida del conjunto social sea sostenible en el Archipiélago, más allá de servir para el lucro de una industria hotelera que hoy hace aguas después de haber consumido gran parte del territorio y los recursos limitados de los que disponemos”.
“El de Fonsalía no es un proyecto de movilidad entre Islas, eso es algo que hay que dejar aclarado definitivamente. Esto es fácil de reconocer cuando se identifica que está previsto que cerca del 80% de su superficie se destine a usos comerciales y deportivos; por tanto, el proyecto del puerto tiene un objetivo turístico y responde a un modelo que ya caducó”, apunta el portavoz de Sí se puede.
A juicio de la organización ecosocialista, “Fonsalía no es una alternativa a una supuesta incapacidad del puerto de Los Cristianos para afrontar los retos de la movilidad entre las islas occidentales, como tampoco es cierto que los atascos que se producen en el entorno de este muelle en algunos periodos en las horas de operaciones de embarque y desembarque sean los causantes del colapso del tráfico rodado en Tenerife, ni siquiera esto puede explicar las dificultades del tránsito por carretera en el sur de la Isla. Esta realidad ocurre porque también está en crisis el modelo de movilidad basado en el uso individual de los vehículos particulares y es un síntoma más de la caducidad del modelo que hemos seguido en Canarias”, destaca Fuentes.
Sí se puede apuesta por “no continuar con la creación de infraestructuras portuarias que acaban abandonadas por su demostrada incapacidad para funcionar como lo que se presentaron falsamente: un revulsivo para la economía insular que no es cierto, tal como demuestran los casos de Granadilla y Garachico, que continúan sin operar, mientras el puerto de Santa Cruz de Tenerife está abandonado y no se explota en su capacidad real”, añade.
En cuanto a la situación de Los Cristianos, la organización ecosocialista canaria plantea que este puerto es suficiente en cuanto a su capacidad para garantizar las conexiones portuarias entre las islas occidentales. El problema de conexión terrestre entre el puerto y el resto de la Isla se da en ocasiones muy señaladas del año —inicio y fin de vacaciones de verano, Navidades, Semana Santa…—, momentos para los que la solución se encuentra con cambios en el modelo de transporte terrestre y con otras acciones, como la coordinación ordenada de los horarios de atraque y salida de las embarcaciones, algo que el Gobierno de Canarias puede promover simplemente invocando el interés general. A ello habría que sumar un estudio de ingeniería de transporte que busque una solución técnica al nudo de tráfico que se forma en el puerto de Los Cristianos y su entorno.
“Medidas sencillas, razonables, con un gasto de fondos públicos infinitamente menor que el coste de un nuevo puerto, con una orientación guiada por la búsqueda de la sostenibilidad y de la reorientación del modelo productivo, además, colaboran en respetar una zona de alta sensibilidad medioambiental que estamos obligados a respetar por la calificación de la Zona Especial Teno-Rasca como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), una figura con la que la Unión Europea protege espacios que contribuyen a la restauración del hábitat natural, los ecosistemas y la biodiversidad de la fauna y flora silvestres; a ello se suma la declaración de Tenerife como el primer Lugar Patrimonio de Ballenas de Europa y el tercero del mundo, ya que esta zona es recorrida por más de 20 especies de cetáceos”, afirma Fuentes.
“Cuando el Gobierno de Canarias se dispone a analizar la crisis climática en el Parlamento mediante el debate del informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que se hace énfasis en el efecto de la acción humana en este fenómeno, y mientras su consejero de Transición Ecológica asegura que solo se podrá hacer frente al proceso con un cambio del modelo socioeconómico y energético a nivel global, en Canarias tenemos que ser valientes y descartar ocurrencias que contradicen este objetivo prioritario”, concluye el portavoz de Sí se puede.