El pacto de gobierno de CC y PP en el Ayuntamiento de Guía de Isora se encuentra inmerso en una profunda crisis política tras la decisión de Acerina González Prieto, concejala hasta ahora adscrita al Partido Popular, de abandonar su grupo político y pasar a la condición de concejala no adscrita.
Se trata del segundo miembro del grupo de gobierno de Ana Dorta que se marcha en lo que va de legislatura, siendo David Reyes el primero en abandonar a Coalición Canaria e irse a la bancada de los no adscritos, dejando a Dorta y a su socio Carlos Álvarez en una minoría que ahora, con la salida de González, se agrava.
El escenario político actual está formado por tres miembros del PP y seis de CC, frente a la clara mayoría simple que representa el PSOE, con diez concejales, frente a los dos partidos que vienen formando coaliciones desde el Gobierno canario y el Cabildo, como en buena parte de los municipios tinerfeños.

González Prieto, hasta ahora quien era la encargada del área de Servicios Sociales, Formación, Vivienda e Igualdad, fundamenta su drástica determinación en graves acusaciones de acoso laboral, vejaciones y aislamiento sistemático que, según su testimonio, ha sufrido dentro de su antigua formación.
De este modo ha calificado su decisión como “difícil pero firme”, tomada tras una profunda meditación y desde el respeto a la institución. Aunque su compromiso con el servicio público y con la ciudadanía de Guía de Isora “sigue intacto”, la concejala asegura que “las circunstancias internas” la han llevado a un límite “que ya no podía seguir ignorando”.
Acerina ha detallado que, además de lo antes expuesto, se suma una “redistribución arbitraria de funciones”. Estos hechos, asevera, han “mermado y contribuido al deterioro de mi imagen personal y profesional, y sobre todo, han afectado gravemente a mi salud y mi bienestar emocional”.
La concejala afirma haber intentado resolver este conflicto “por todos los medios y por los cauces institucionales adecuados, con respeto, diálogo y discreción”, pero lamenta no haber encontrado “ni el respaldo necesario ni la protección institucional que este tipo de situaciones exige”.
PSOE pide una explicación del deterioro y el caos político
Con la incorporación de González Prieto al grupo de concejales no adscritos, que ya contaba con David Reyes (ex de CC), la oposición suma ahora 12 ediles. Esta cifra representa una clara mayoría frente a los 9 que le quedan al equipo de gobierno (6 de CC y 3 del PP), lo que eleva significativamente la posibilidad de una moción de censura. No obstante, el PSOE, aunque consciente de esta nueva aritmética, ha optado por exigir primero explicaciones ante lo que considera una denuncia “muy grave” por parte de la concejala.

Sobre este asunto se ha referido este jueves la exalcaldesa y portavoz socialista, Josefa Mesa, quien advierte que “esta es ya la segunda renuncia en apenas dos años que afecta directamente a la estructura del grupo de gobierno, lo que refleja un deterioro evidente de la convivencia y la gobernabilidad interna del pacto de derechas que actualmente sostiene el Ayuntamiento”.
Desde la bancada socialista exigen a la alcaldesa, Ana Dorta, y a los responsables del grupo de gobierno (CC-PP) que “ofrezcan explicaciones públicas inmediatas sobre estas graves acusaciones y sobre la situación interna del ejecutivo municipal”. Los socialistas han sido contundentes al señalar que “un Ayuntamiento no puede mantenerse bajo sospechas de acoso laboral ni funcionar sin cohesión ni rumbo político”.
El paso dado por la concejala González Prieto “no es un gesto menor”, subraya el Grupo Socialista, ya que supone una denuncia pública de lo que considera una “situación de violencia institucional en el ejercicio de su cargo”. Para los socialistas, “esta situación es extremadamente grave y exige una respuesta política y administrativa contundente por parte de la alcaldesa y de los órganos competentes del Ayuntamiento”.
De este modo, el grupo mayoritario del consistorio sureño ha reiterado su “compromiso con la transparencia, la dignidad institucional y el respeto a los derechos de todos los miembros de la corporación”. En este sentido, Josefa Mesa afirmó que “no se puede tolerar que Guía de Isora esté sumida en una parálisis provocada por luchas internas, purgas políticas y malas prácticas”.
Desde la oposición, el Grupo Municipal Socialista considera que esta situación, unida a la salida de varios concejales de los partidos que conforman el pacto de gobierno, “evidencia la ineptitud de la alcaldesa Ana Dorta para liderar con solvencia el Ayuntamiento”. Argumentan que la incapacidad de Dorta para mantener la cohesión del grupo de gobierno no solo está provocando una grave crisis institucional, sino también la pérdida de oportunidades y recursos importantes para el municipio tinferño. En esa línea, los socialistas han asegurado que se “continuará fiscalizando con firmeza y responsabilidad una gestión que”, en su opinión, “está marcada por la opacidad, la inestabilidad y una preocupante falta de responsabilidad política”.