Este viernes 24 de marzo desfilará por Guía casco el equivalente isorano a la sardina. La tradición, iniciada en 1793 para denunciar la doble moral del párroco de la época, se retomó el año pasado con gran aceptación por parte del público.
Los colectivos juveniles de Guía de Isora han desarrollado a lo largo de las últimas semanas el proyecto EnluK2.017. Se trata de una tradición que dejó de celebrarse en 2009 y que se retomó el año pasado gracias al impulso de los organizadores y del Ayuntamiento y a la contribución de todo el municipio.
A esta nueva edición de ‘El Lucas’ se han sumado el alumnado del IES Manuel Martín González y el Grupo Municipal de Folklore Sámara, elaborando sus propias representaciones del muñeco que se quemarán junto a la del Centro de Creación Joven de Playa San Juan el próximo viernes 24 de febrero.
Ese día tendrá lugar un pasacalles entre las 20.00 y las 21.00 horas que se iniciará y concluirá en la plaza del Centro Cultural del casco isorano donde se procederá a la quema del muñeco. El acto concluirá con el Baile y Concurso, por lo que se invita a los asistentes a disfrazarse de viudas o de “El Lucas”. Actuarán la orquesta Dinacord y el grupo Sámara.
La Concejalía de Juventud de Guía de Isora ha puesto en marcha este proyecto que “no sería posible sin la implicación de los colectivos juveniles”, según afirma el concejal del área, José Rivero. “A pesar de las dificultades económicas con las que nos hemos encontrado y que fueron las que motivaron que el Ayuntamiento dejara de celebrar el carnaval en plena crisis económica, estos chicos y chicas lo han hecho posible con su empeño y con la colaboración de algunas empresas del municipio. Entre todos han logrado que esta tradición no caiga en el olvido”, añadió Rivero.
HISTORIA DE “EL LUCAS”.-
Según el historiador José María Mesa Martín, “El Lucas” es un muñeco de trapo que representa la figura de José Ferrera, párroco que se instaló en Guía de Isora en 1762 y que emprendió una lucha para evitar la conducta inmoral que -a su entender- tenía la sociedad isorana del momento, especialmente durante los carnavales.
Según publica Mesa en su artículo “Guía de Isora, de sus Carnestolendas al Lucas: el romance del Lego de San Francisco”, el fraile don José Ferrera ejercía una doble moral que comenzó a ser criticada por los isoranos con la quema de una figura de trapo y paja, al que inicialmente se denominó “Fray Cuca”. Esta tradición ha estado a punto de desaparecer varias veces a lo largo de la historia, pero incluso en el año 1940 cuando el Ministerio de la Gobernación prohibía los carnavales en todo el país, los isoranos lograron que El Lucas saliera a la calle acompañado de los cantos “Lu’ca fue y vino ayer” y “Fuego a Lu’ca”.