En Canarias, el IES Manuel Martín González destaca por su innovación tecnológica en el ámbito educativo. Este centro situado en Guía de Isora, en la isla de Tenerife, tiene dos proyectos que combinan las tecnologías abiertas y el reciclaje de plástico para hacer recursos educativos y productos ecológicos que benefician tanto al alumnado como al medio ambiente.
Uno de ellos es el Fablab Isora, un taller donde el alumnado y el profesorado de Formación Profesional hacen proyectos innovadores para gamificar, mejorar o innovar los recursos de Formación Profesional con la ayuda de la Red de Innovación de las Redes de Coordinación de Formación Profesional de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.
Para ello, usan tecnologías láser, impresión 3D, escaneado 3D, realidad aumentada y virtual, etc., que les permiten crear piezas y objetos personalizados y adaptados a sus necesidades.
El otro proyecto es el Taller de Innovación que aprovecha los Recursos Plásticos del sector Agrario para producir insumos para Jardinería y Floristería. Con este proyecto, el centro busca dar una segunda vida al plástico que se desecha en la agricultura y convertirlo en material útil y ecológico para las enseñanzas de Jardinería y Floristería.
Para eso, el centro ha comprado la maquinaria mínima para procesar plástico, trituradora, inyectora, extrusora y hornos, y también impresoras 3D grandes y en serie. “Los dos proyectos se unen porque tienen el mismo objetivo: mejorar la metodología educativa de nuestro centro para que los estudiantes vean que reciclando el plástico pueden hacer cualquier pieza que quieran e incluso nuevos materiales”, dice Sergio Hernando, director del IES Manuel Martín González.
Hace poco han empezado las visitas de otros centros educativos del municipio, que son atendidos por el alumnado de FP Básica, que les cuentan a los escolares todo el proceso y les invitan a participar.
Así, se promueve la conciencia ambiental y el interés por las nuevas tecnologías entre los más jóvenes. Además, se favorece la colaboración entre centros y el intercambio de experiencias y buenas prácticas.
El IES Manuel Martín González es un ejemplo de cómo la educación pública puede ser un factor de cambio e innovación en la sociedad, usando los recursos que hay y creando otros nuevos con criterios de sostenibilidad y creatividad. Este centro demuestra que es posible aprender haciendo y cuidando el planeta al mismo tiempo.
