El Cabildo de Tenerife ha procedido a la adjudicación de las obras de rehabilitación de la conocida ‘Casa Lola’, situada en Guía de Isora, a la empresa Construcciones Felipe Méndez S.L., tras culminar el proceso de licitación. La inversión destinada a este proyecto asciende a 1,3 millones de euros, con un plazo de ejecución estimado en 18 meses.
Este inmueble, propiedad de la Corporación insular, debe su nombre a su última residente, conocida como Lola. Por otro lado, también se la conoce como la ‘Casa de la Cueva’, debido a que antes de su construcción existía en el lugar una cueva que se conservó en el sótano.
Isabel de Esteban, directora insular de Patrimonio Histórico, resalta la importancia de llevar a cabo proyectos de restauración como el de la Casa Lola, “ya que contribuyen a poner en valor el rico patrimonio cultural y, en este caso, arquitectónico, salvaguardando sus valores históricos. Al mismo tiempo, permiten crear nuevos usos para el beneficio de la comunidad, siempre respetando las características patrimoniales del edificio”.
Construida en la segunda mitad del siglo XVIII, la Casa Lola refleja el estilo tradicional de la época y ha desempeñado diversos roles a lo largo de su historia. En su momento, fue panadería y dulcería, ganando fama por los tradicionales dulces de Guía de Isora. Como testimonio de esa etapa, aún se conserva en la vivienda el antiguo horno.
Más tarde, su sótano albergó un conocido establecimiento de ocio llamado “La Cueva“. Además, durante años funcionó como cuartel de la Guardia Civil y se utilizó para anunciar los partes de guerra y bajas durante la Guerra Civil española.
Este proyecto permitirá preservar y revitalizar un espacio emblemático que forma parte de la memoria histórica y cultural del municipio.
Usos Polivalentes
La redacción del proyecto de rehabilitación fue elaborada con el fin de convertir la primera planta en un espacio multidisciplinar diáfano, que pudiera servir como sala de conciertos acústicos, sala de exposiciones, lugar para impartir charlas y desarrollar talleres.
Asimismo, se contemplaba su uso para eventos relacionados con el patrimonio histórico-artístico, con la opción de organizar encuentros en la azotea.
En cuanto a la segunda planta, el objetivo era adecuarla para albergar una exposición permanente de la obra del pintor isorano Manuel Martín González (1905-1988), considerado por los expertos como uno de los mejores paisajistas canarios.