Todos sabemos la importancia que tiene que la prestación de servicios de un Ayuntamiento esté de acuerdo con las necesidades de los vecinos y ajustada a la Ordenanza Municipal. Pues parece que los dirigentes de Granadilla de Abona no lo tiene tan claro.
En el año 2012 se desarrolló una Ordenanza Municipal reguladora de la protección y tenencia de animales de compañía, actualmente en vigencia y que establece, entre otras, en el artículo 1.2c “que es función del Ayuntamiento la recogida de animales presuntamente abandonados”. Pues con todo esto, el último contrato firmado para la recogida y custodia de perros abandonados consta del 2016, con una duración de 2 años. Si bien es cierto que en 2019 se sacó hasta en dos ocasiones a licitación, esta quedó desierta en ambas ocasiones.
A esta obligatoriedad de cumplir con la ordenanza municipal se unen, las constantes quejas manifestada en redes sociales y que hace unos días, la Agrupación de Vecinos Granadilla de Abona, presentó al Ayuntamiento a través del SAC. No sólo quejas por la presencia de perros abandonados en diferentes puntos del municipio como Los Abrigos, Cruz de Tea o Charco del Pino, sino por el daño que ocasionan en las fincas privadas, incluso con pérdida de animales domésticos.
Conociendo esta situación y además sabiendo que el pliego de condiciones técnicas ha sido modificado y que puede ser este el motivo por el que la licitación queda desierta, Soledad Díaz, presidenta de la Agrupación de Vecinos, plantea la necesidad de mantener reuniones con las asociaciones o empresas que presten este tipo de servicios, así como con los técnicos de otros municipios donde sí que se haya adjudicado e incluso de dirigirse al Cabildo de Tenerife para buscar apoyo, de forma que garanticen no solo la licitación, sino la adjudicación del mismo.
El Ayuntamiento exige a los vecinos, el cumplimento de la Ordenanza Municipal, y saca campañas para obligar a los dueños de las mascotas a recoger los excrementos y diluir la orina con agua y vinagre o lejía, pero él, no cumple con lo establecido de recoger los perros abandonados, que si que suponen un riesgo para la seguridad vial.
Díaz manifiesta el deseo de que se empiece a trabajar de forma pro-activa, y no reactiva, como respuesta a las quejas publicadas en redes sociales, como parece ser la forma de proceder del Ayuntamiento en estos últimos tiempos.