Desde el pasado 3 de noviembre la asociación ecologista hizo una petición tanto a la empresa encargada de la reparación de buques Tenerife Shipyards, como a la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, de colaboración con la campaña de conservación de la pardela cenicienta. Ambas peticiones han sido completamente ignoradas hasta la fecha de hoy, cuando el buque Pioneering Spirit (el mayor barco del mundo en volumen) ha abandonado el Puerto de Granadilla.
Dicha petición consistió en la colaboración con una serie de medidas concretas como la reducción de la iluminación de este buque durante las noches entre el 21 de octubre y el 20 de noviembre. Durante estas semanas tiene lugar la salida del nido de los juveniles de pardela cenicienta, una especie de ave marina protegida. En un único trayecto desde el nido hasta el mar, situado en ocasiones a varios km tierra adentro en riscos y barrancos, estos ejemplares jóvenes emprenden su primer vuelo y al sobrevolar núcleos urbanos con elevada iluminación artificial muchos caen al suelo encandilados por las luces. Es por ello que en los últimos años el área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife lleva organizando (con la colaboración de otras organizaciones ambientales) campañas de recogida y liberación de pardelas accidentadas por estas luces. En el año 2018 unas 2.600 pardelas fueron rescatadas con éxito por estas campañas, pero se desconoce la cifra de las aves accidentadas que no consiguieron sobrevivir (lesiones severas en las caídas, atropelladas en carreteras, etc..).
El buque Pioneering Spirit, atracado en el Puerto de Granadilla desde principios de octubre, es el principal foco de contaminación lumínica del litoral sureste de Tenerife, y por tanto un gran punto negro de peligro ante caída de pardelas. Algunos trabajadores del barco reconocieron a un miembro de esta asociación que muchas de estas aves habían caído en el barco durante las noches, y desconocían que existía un número de teléfono y una campaña de recogida de estos animales. Uno de los voluntarios de las cuadrillas de recogida de pardelas pudo filmar durante el día una pardela en aguas del Puerto de Granadilla “petroleada”, que fue rescatada del agua y llevada al centro de recuperación de fauna.
Nos decepciona que la empresa encargada de estas reparaciones, Tenerife Shipyards, que en diversos medios ha querido demostrar un compromiso moral en materia ambiental “más allá de lo que le exigen las leyes”, no haya siquiera respondido a nuestra petición. La misma opinión tenemos hacia el organismo encargado de la gestión de puertos en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Hay que remarcar que no hemos sido la única asociación ecologista que ha intentado mediar al respecto, la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) también se dirigió ante estos dos organismos citados, así como al Observatorio Ambiental de Granadilla, y tampoco consiguió respuesta alguna.
Esperamos que en un futuro La Autoridad Portuaria incite a las empresas que operan en sus puertos a adoptar buenas prácticas que ayuden a la conservación de estas aves marinas tan características de nuestra naturaleza canaria. Solamente reduciendo luces durante 3 semanas al año podremos evitar la muerte de cientos de pardelas.