“Es intolerable que un equipo femenino como el Granadilla Egatesa tenga para entrenar solo medio campo dos días y un día el campo entero, frente a una mayor disponibilidad a los equipos masculinos de inferior categoría”.
La Consejera de Podemos en el Cabildo Insular Paqui Rivero, denuncia la discriminación que sufre el equipo femenino de fútbol de primera división UD Granadilla Tenerife Egatesa, al no poder usar este de forma adecuada y adaptada a las necesidades de un equipo de primera división, las instalaciones municipales, al disponer de prioridad de uso equipos masculinos de categoría regional.
“Es intolerable que un equipo femenino como el Granadilla Egatesa tenga para entrenar solo medio campo dos días y un día el campo entero, frente a una mayor disponibilidad a los equipos masculinos de inferior categoría”, afirma Paqui Rivero.
La consejera de la formación morada afirma que hoy mismo darán registro de entrada en la corporación insular, tanto al área de deportes como al área de igualdad, pidiendo que se medie en este desigual reparto de los horarios de uso de la instalación deportiva municipal. De igual manera el grupo Podemos en el Cabildo coordinará con concejal de Izquierda Unida en Granadilla, Félix Hernández, para tomar medidas similares en la corporación municipal. “Pediremos explicaciones al alcalde de Granadilla de Coalición Canaria y al área de Deportes en manos del Partido Popular”, afirma Félix.
Según Rivero, “en el pasado pleno del Cabildo se acordó instar a los Ayuntamientos de la isla para que se fomente la igualdad en el uso de las instalaciones deportivas, en horarios y potenciando la práctica igualitaria en ellas. La situación actual que sufre la UD Granadilla Tenerife Egatesa es contraria a la igualdad y tiene un alto componente machista.
La igualdad de mujeres y de hombres es un derecho fundamental. Por tanto, tenemos que eliminar las barreras y estereotipos entre los denominados deporte “masculino” y “femenino”; asegurar a mujeres y hombres el acceso, mantenimiento y promoción en la práctica deportiva en todos los niveles y en todas las etapas de la vida en condiciones de igualdad, sin que limite el sexo, la identificación de género o la orientación sexual, a la vez que la raza, la religión, el estatus social, etc. Estos principios deben aplicarse con especial firmeza a aquellos equipos deportivos que utilicen instalaciones públicas, concluye Rivero.