El Cabildo de Tenerife destinará 2,5 millones de euros a la impermeabilización de la balsa de El Saltadero, ubicada en el municipio de Granadilla de Abona. Así lo han anunciado el vicepresidente del Cabildo, Lope Afonso, y el consejero de Sector Primario, Valentín González, quienes explican que estos trabajos serán financiados mediante un convenio entre la institución insular y el Gobierno de Canarias. El objetivo de este acuerdo es promover actuaciones que favorezcan la mejora y consolidación de infraestructuras de regadío.
Lope Afonso destacó que, en el contexto de la actual crisis agroclimática, el Cabildo mantiene una hoja de ruta centrada en la mejora de las infraestructuras hidráulicas, tanto de almacenamiento como de distribución, para asegurar el suministro de agua de riego al sector agrícola de la isla. “Esta actuación refleja el compromiso del gobierno con el primer eslabón de la cadena productiva, al que hemos destinado en el presupuesto de 2025 una partida de 38 millones de euros”, afirmó Afonso.
En Tenerife, cerca del 73% del agua disponible proviene de fuentes subterráneas, el 20% de la desalación, y el resto se obtiene de la regeneración o de aguas superficiales. Del total, el 50% se destina a consumo doméstico, turístico o industrial, mientras que el 47% se usa en actividades agrícolas.
La Balsa de El Saltadero, junto a la Balsa de San Lorenzo (con capacidad para 250.000 metros cúbicos), regula el sistema de aguas regeneradas del Valle San Lorenzo. Su función principal es suministrar agua para el riego de más de 700 hectáreas de cultivo, principalmente plataneras, durante el verano.
Valentín González, consejero de Sector Primario, explicó que el sistema de Valle San Lorenzo se abastece principalmente de aguas regeneradas provenientes de Santa Cruz de Tenerife. “Este sistema no solo apoya la actividad agrícola, que representa casi el 20% de la platanera cultivada en Tenerife, sino que también contribuye de manera significativa al medio ambiente, al reutilizar aguas depuradas que, de otro modo, se verterían al mar”, señaló González.
La Balsa de El Saltadero forma parte del sistema de distribución de aguas regeneradas para riego, y su papel como infraestructura de regulación es esencial para garantizar la productividad agrícola de la isla. Su ausencia afectaría gravemente la capacidad de producción agrícola en Tenerife.