Para la plataforma Salvar La Tejita el grupo de gobierno del ayuntamiento de granadilla se apunta un nuevo “trofeo al atentado ecológico”

El municipio de Granadilla de Abona ha venido sufriendo desde hace años continuos desastres ecológicos fruto de una lamentable gestión municipal más interesada en facilitar un desarrollo económico totalmente insostenible,  -basado en la sistemática  ocupación del territorio  con destrucción de su importante patrimonio natural-, que en potenciar estos valores y convertirse en un referente turístico alternativo basado en criterios de sostenibilidad ambiental y económica.

El pasado día 24 de diciembre de 2018, a modo de regalo envenenado de Navidad,  se hizo público a través de los medios de comunicación, concretamente en el periódico Diario de Avisos, la noticia de que en la reunión de  la Junta de  Gobierno Local del pasado 21 de diciembre de 2018 se había autorizado la construcción de un Hotel en las parcelas C  –D del denominado PP Costabella, a la entidad mercantil “Construcción, promoción y derivados,  SA” (Grupo Viqueira).

Este Hotel pretende ser edificado en una zona de alto valor ecológico situada en las proximidades de dos espacios naturales protegidos y afectando a un área  de especial importancia para  la conservación de la Costa hasta el punto que los terrenos donde se pretende edificar estarían dentro de lo que conforme a la Ley de Costas serían terrenos pertenecientes al dominio público marítimo-terrestre.

Los responsables municipales han querido  finalizar el año de la misma forma en que han estado gobernando durante los últimos años, es decir,  con total desprecio por los valores naturales de Granadilla de Abona.

Por el contrario, estos mismos responsables políticos del Ayuntamiento de Granadilla no se han dado tanta prisa en responder a las cuestiones que se le han planteado con respecto a la grave problemática de los vertidos de aguas residuales que sufre el litoral y siguen dando la callada por respuesta.

Desde hace varios años se viene produciendo vertidos de aguas residuales sin depurar, tanto al mar como a espacios naturales protegidos del municipio,  desde instalaciones de titularidad municipal, generando alarma social y un deterioro de la calidad medioambiental de las zonas afectadas, sin que por parte del Ayuntamiento se hayan tomado las medidas necesarias para corregir y evitar esa situación.