Granadilla de Abona vivió este domingo una jornada inolvidable con la exitosa celebración de su XLVII Romería en honor a San Antonio de Padua, consolidándose un año más como una de las fiestas populares más esperadas y una de las romerías más antiguas e importantes del sur de Tenerife.
Desde primeras horas de la mañana, el casco histórico se impregnó de tradición, acogiendo a miles de vecinos y visitantes ataviados con la vestimenta típica. La jornada fue un despliegue de folclore, carretas engalanadas, sabores canarios y fervor religioso, marcando un día de celebración y unión.
La romería dio comienzo tras la emotiva misa cantada por La Parranda y la tradicional procesión del santo patrón, que estuvo acompañado por la célebre Danza de Los Herreños. Durante la eucaristía, la Danza de Varas de Chimiche ofreció una sentida ofrenda. Más de 30 carretas, agrupaciones folclóricas, colectivos vecinales y devotos participaron en el recorrido por las calles Isaac de Vega, San Francisco y El Calvario, culminando en el Parque Los Hinojeros, donde se celebró una gran verbena popular.
Carlos Abismael Díaz Barreto, concejal de Cultura y Fiestas, expresó su profundo agradecimiento por la “enorme participación y el ambiente de respeto, alegría y tradición que se vivió en nuestra romería”. Destacó que esta fiesta “nos representa y cada año reúne a miles de personas en torno a nuestras raíces”, e invitó a la ciudadanía a seguir disfrutando del resto de actos programados dentro de las Fiestas Mayores, diseñados para el disfrute de toda la familia.
La jornada culminó con un animado baile a cargo de las orquestas La Sabrosa, Wamampy, Tropin y Los Ideales, que pusieron el broche de oro a una celebración que, un año más, unió a generaciones en torno a la devoción a San Antonio de Padua y al orgullo de ser granadilleros.