Discriminación estructural de personas con movilidad reducida en Granadilla de Abona
Como persona con movilidad reducida, la vida en El Médano (Granadilla de Abona) significa discriminación diaria. Sería fácil sólo culpar a los individuos que por ejemplo bloquean las plazas de aparcamiento de discapacitados por ignorancia o pereza. Pero estos individuos no son más que síntomas de un sistema que ignora las necesidades de personas con movilidad reducida.
En lo siguiente, quiero dar 4 ejemplos para demostrar donde y como se esconde dicha discriminación estructural que disminuye continuamente la participación social de personas con movilidad reducida.
Falta de transporte público accesible
La accesibilidad del transporte público en el municipio de Granadilla de Abonan es deficiente. Específicamente, la linea 408 de TITSA es un buen ejemplo. Siendo ésta muy importante ya que conecta El Médano con San Isidro y Granadilla, la cual no dispone de ningún autobús para entrar con silla de ruedas.
Bloquear plazas de discapacitados parece no tener consecuencias legales
Mucha gente parece carecer de respeto por las plazas destinadas a personas con discapacidades. Diariamente se ven vehículos sin carteles de minusvalía aparcados en plazas reservadas para personas con movilidad reducida. Como usuario de silla de ruedas esto produce rabia y asombro. ¿Cómo es posible que ocurra esta infracción tan frecuentemente?
Un incidente recién observado da la respuesta. La policía local paró al lado de un coche aparcado en una plaza reservada para personas con discapacidad, por fin se podía ver a las autoridades tomar responsabilidad. Al momento el propietario del coche salió corriendo del bar (donde estaba tomando café) hacía el policía y después de una corta conversación, sólo le tocó reemplazar su coche. A la vuelta el dicho propietario comunicó en voz alta su suerte por no haber sido sancionado.
¿Cómo puede haber respecto por esas plazas reservadas si hasta la policía local hace la vista gorda sobre este asunto?
Falta de baños accesibles
Para personas con movilidad reducida El Médano sólo dispone de un baño público accesible – “Un zas en toda la boca”. Lo peor de todo es que este único servicio público del pueblo es practicamente inútil para personas con discapacidades. Primero, el horario (09:00 – 19:00 en temporada alta) limita las opciones del uso. Segundo, personas con discapacidades no pueden evitar el contacto con las instalaciones sanitarias. El precario estado higiénico de estos baños significa un alto riesgo de infecciones ya que es usado por cientos de personas. Sugerencias y buenos ejemplos de soluciones válidas (uso de la ‘Llave Europea’ en Arona) parecen ser ignorados en este municipio.
Paseo marítimo de El Médano
Un último ejemplo es el mal estado del paseo marítimo. El paseo de madera entre la plaza del Médano y el hotel Playa Sur es un verdadero peligro para todos los que lo usen. Clavos y tornillos sobresaliendo, tablas de madera desniveladas y en algunos lugares hasta la falta por completo de éstas. Aparte del peligro de clavarse astillas, clavos y tornillos en el pie y el riesgo de tropezar (específicamente para personas con discapacidad visual), el paseo marítimo del Médano es muy difícil de usar con carritos de bebé y sillas de ruedas. Todo esto lleva a que muchas personas con discapacidades se vean excluidas del uso de este paseo marítimo.
Estos son sólo un par de ejemplos de cómo personas discapacitadas son discriminadas en el municipio de Granadilla de Abona. La pena es que por parte del Ayuntamiento no sería difícil solucionar esos problemas para hacer El Médano un lugar accesible a todos.
Después de esta crítica hacía la situación actual en el Médano hay que mencionar que no todo está mal con respecto a la accesibilidad. En la playa del Médano los socorristas tienen una silla de ruedas especial para facilitar el baño a personas con movilidad reducida. También se puede observar que paso a paso están adaptando las aceras con rampas para permitir subirlas fácilmente. Y en algunos locales ya hay servicios accesibles.
Aunque se ven iniciativas, está lejos de ser suficiente, especialmente para una isla que se oferta como un destino accesible.
En resumen las personas con discapacidades tienen su derecho de participación social.