Es lógico pensar que, en el barrio de Cruz de Tea, en el término municipal de Granadilla, se disfrutan de los mismos servicios que en el resto del municipio, pero nada más lejos de la realidad.
Desde hace más de dos años los vecinos de la C/ Las Cumbritas vienen solicitando, lo que en realidad es una obligación por parte de la administración local: agua potable con buena presión, alumbrado público, recogida de basura y como no, teniendo en cuenta los tiempos en los que nos encontramos, fibra óptica.
Numerosos son los escritos presentados por los vecinos, dirigidos a las diferentes áreas, y también directamente al alcalde, sin recibir repuesta por parte de ellos, llegando incluso a dirigirse al defensor del pueblo, todo ello en busca de unos servicios que no son un favor, asociaciones desino un deber del Ayuntamiento.
Nos hemos reunido directamente con el alcalde, comenta Soledad Díaz, presidenta de la Agrupación de Vecinos Granadilla de Abona, para comunicarle expresamente este problema y como respuesta hemos obtenido una parafernalia de llamadas que lejos de solucionar el problema, solo ha valido para publicitar unas fotos.
No queremos que se juegue con los derechos de los vecinos y mucho menos que se ponga en riesgo su salud, todo esto porque de tanto indagar, hemos tenido conocimiento que agua que reciben está catalogada de industrial de riego y por lo tanto no apta parta el consumo humano. Hemos remitido, escrito, confirma Díaz a la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, comunicando esta incidencia, puesto consideramos que se está cometiendo un grave atentado contra la salud, que ya va mas allá del abandono que siente los afectados.
Cruz de Tea, Atogo o Las Vegas, finaliza Soledad, son núcleos poblacionales pequeños, con una cuota pequeña de votos, o eso deben pensar nuestros gobernantes, que durante más de dos años han mirado para otro lugar cuando un grupo de vecinos se han dirigidos a ellos solicitando lo que por ley les pertenece.