La brecha salarial en el grupo de gobierno municipal se sitúa en el 15%, desigualdad que resulta “escandalosa”.
El consistorio manifiesta que bajo ningún concepto puede hablarse de brecha salarial. Brecha salarial es cuando, en el mismo puesto y con la misma dedicación.
La brecha salarial en el grupo de gobierno del Ayuntamiento de Arona se sitúa en el 15,28%, lo que supone que, en términos to- tales las concejalas cobran 100.000 euros menos al año que sus compañeros masculinos. Según Coalición Canaria en el municipio sureño, se trata de una diferencia “escandalosa e injusta que demuestra la cruda realidad de la desigualdad entre géneros y que por el mismo trabajo las mujeres cobran mucho menos que los hombres. El Consistorio de Arona es un claro ejemplo incluso por encima de la media nacional establecida en el 11%”.
En cifras anuales, los concejales en el gobierno del Ayuntamiento aronero (PSOE-Ciudadanos por Arona) cobran un total de 415.000 euros en su con- junto, mientras que las mujeres perciben 315.000 euros. En cuanto a la me- dia del salario anual por persona, la cantidad asciende a 51.875 euros entre los hombres, sin embargo en el caso de las concejalas la suma es de 45.000 euros, lo que significa una brecha en números enteros media anual de 6.875 euros.
La brecha estriba en que si bien el equipo de gobierno está compuesto por 14 personas (siete hombres y siete mujeres, sin contar al alcalde), son cuatro el número de concejalas que tienen un salario anual de 40.000 euros, frente a un hombre, mientras que cinco de ellos perciben una remuneración de 50.000 euros misma cantidad que solo dos mujeres. La igualdad salarial solo se cumple en un caso, con 55.000 euros.
Para el portavoz de CC en el Consistorio sureño, José Ramón Rodríguez González, “en este ayuntamiento incluso estamos por encima de la media nacional en cuanto a brecha salarial entre hombres y mujeres, establecida en 11,82% menos para las mujeres”. Según los nacionalistas, “esto demuestra la inexistencia de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el propio equipo de gobierno municipal en el que no se valora igual el trabajo de unos y otras”. Unas responsabilidades “que sí son las mismas, ya que han de cumplir con sus obligaciones de servicio público en respuesta a las necesidades de la ciudadanía”.
Para Rodríguez “los partidos políticos “no sólo debemos salir a la calle a pedir igualdad, sino demostrarlo en nuestros procesos internos y en nuestra representación en las administraciones públicas y servir de ejemplo a los colectivos sociales y económicos, es la mejor manera -agregó- para que se conozca mejor y se tenga mayor conciencia del rol social, laboral y económico que viven las mujeres cada día”.
En este sentido recordó que hace menos de un mes el Senado aprobó una enmienda, presentada por el Grupo Parlamentario Nacionalista en la Cámara Alta (CC-AHI), a una moción socialista en la que se reclama al Gobierno del Estado la adopción de medidas para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres.
En concreto, la enmienda insta a la apertura de un proceso de negociación con todas las fuerzas políticas y sindicatos y conseguir un consenso en las medidas a adoptar, tanto en el ámbito público como en el privado.
Ayuntamiento de Arona.
Bajo ningún concepto puede hablarse de brecha salarial. Brecha salarial es cuando, en el mismo puesto y con la misma dedicación, dos personas cobran de manera diferente en función de su sexo. En el Ayuntamiento de Arona, quitando las figuras del alcalde y del primer teniente de alcalde, que no tienen comparación salarial paralela, los tenientes de alcalde hombres cobran lo mismo que las tenientes de alcalde mujeres. Y las concejalas, lo mismo que los concejales. Las tenientes de alcalde, por ejemplo, cobran, obviamente, más que los concejales hombres.
No hay, por tanto, desigualdad o brecha salarial en modo alguno. La brecha salarial es un asunto de suma importancia que el grupo de gobierno se toma muy en serio.
De hecho, todas las mujeres que forman parte del grupo de gobierno fueron a la huelga convocada el pasado 8 de marzo y el propio alcalde se descontó de su salario las horas de huelga correspondientes, a pesar de haber trabajado, en solidaridad con esa jornada.