El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Arona ha denunciado la resistencia del gobierno local —formado por PP, Coalición Canaria y Vox— a aplicar una bajada del IBI al mínimo legal permitido, pese a contar con recursos suficientes y a las más de mil firmas vecinales recogidas en apoyo a esta medida impulsada por los socialistas. Para el PSOE, resulta incomprensible que, con 200 millones de euros acumulados en los bancos, el Ayuntamiento mantenga una presión fiscal elevada que muchas familias no pueden asumir.
El portavoz socialista, José Julián Mena, ha subrayado que “desde el PSOE de Arona siempre hemos defendido que el dinero público debe traducirse en unos servicios de calidad y en aliviar el bolsillo de los vecinos. Incluso en los peores momentos de la pandemia y la recuperación no subimos impuestos. Además, durante nuestro mandato bajamos el IBI en dos ocasiones consecutivas, demostrando que era posible compatibilizar una gestión responsable con aliviar la carga fiscal de las familias. Ahora reclamamos una rebaja fiscal que es perfectamente viable”.
Mena ha recordado además que “han pasado casi dos meses desde que se presentaron más de mil firmas vecinales respaldando esta propuesta y siete meses desde que el PSOE llevó esta bajada del IBI al pleno municipal. Sin embargo, el grupo de gobierno ni siquiera ha pedido los informes técnicos necesarios para modificar la ordenanza fiscal. ¿Qué más hace falta para actuar?”.
La concejala socialista Raquel García ha explicado que, con esta propuesta, “un recibo del IBI de 200 euros pasaría a 145, y uno de 700 bajaría a 500. Hablamos de un alivio tangible para muchas familias que hoy hacen auténticos malabares para llegar a fin de mes”.
Mena ha criticado que el Ayuntamiento tenga “200 millones de euros en los bancos, dinero ya recaudado a los vecinos y vecinas, que no se está utilizando ni revirtiendo en mejorar su calidad de vida. No es un problema de falta de dinero, sino de falta de gestión y de voluntad política”.
El PSOE de Arona insiste en que es fundamental que la ordenanza fiscal se modifique antes de final de año para que la reducción pueda entrar en vigor en 2026. “El tiempo corre. Pedimos algo tan simple como justo y posible: usar lo que ya hay para ayudar a quienes más lo necesitan. La bajada del IBI debe aprobarse ya”, ha concluido Mena.