Un enfermo renal carece de medios para acudir a hemodiálisis y le comunican que no tienen transporte sanitario para los días que debe someterse a diálisis.

El paciente, un jubilado residente en el Sur de Tenerife, es atendido en el Hospital Universitario de La Candelaria, por los servicios de nefrología y determinan que debe someterse a secciones de hemodiálisis debido a su enfermedad renal. Finalizado el tiempo de hospitalización le informan que como su domicilio es en el sur de la isla le corresponde dializarse en Hospiten Sur, los días martes, jueves y sábados, no pudiendo cambiar los días por estar ya ocupados con otros pacientes.

Puesto en contacto con el centro hospitalario le informan que debe presentarse a las 7 y media de la mañana para comenzar las secciones de diálisis, y sobre el transporte debe ponerse en contacto con la mesa de transporte, cuestión que hace y le comunican que sólo disponen de este servicio para los días lunes, miércoles y viernes, por lo que no pueden ofrecerle dicho servicio de transporte.

El coste de transporte, vía taxi, desde su domicilio hasta el centro sanitario le supone al paciente entre 600 y 700 euros mensuales, imposible de asumir con la renta que percibe como jubilado, por lo que se encuentra en una situación extrema, pues si espera por la solución de la consejería de sanidad, esta llegará demasiado tarde.

Ante tal situación el paciente ha presentado la correspondiente denuncia ante el juzgado de guardia de Arona, instando a las autoridades judiciales a que se investigue si precede condenar a la empresa de transporte sanitaria y a la consejera de sanidad, ésta ultima por haber concedido este servicio a una empresa que carece de medios para la completa y justa necesidad de los usuarios, así mismo espera que el juzgado actúe y ordene un servicio de transporte sanitario antes de un fatal acontecimiento por no poder recibir las secciones de hemodiálisis.