Durante el pasado mes de julio, la Policía Local de Arona llevó a cabo una operación dirigida a la retirada de patinetes eléctricos y de uso personal de la vía pública, resultando en la remoción de un total de 270 unidades.
Esta iniciativa se enmarca en el compromiso de la entidad por salvaguardar la seguridad y el bienestar de los residentes. La acción es parte integral de una estrategia más amplia emprendida por el Ayuntamiento para abordar la creciente inquietud suscitada por la presencia masiva e incontrolada de este medio de movilidad en las calles locales.
El aumento en la popularidad de los patinetes eléctricos en los últimos años ha generado desafíos relacionados con la seguridad vial y la ordenación del espacio público, llevando a las autoridades municipales a tomar medidas específicas con el fin de prevenir incidentes y conflictos en el entorno urbano.
La campaña de confiscación llevada a cabo por la Policía Local tiene como objetivo primordial instruir a los usuarios acerca de las normativas en vigencia y promover la convivencia armoniosa entre distintos modos de transporte.
A la par de estas acciones prácticas, el consistorio aronero ha anunciado sus esfuerzos en la formulación de una nueva regulación municipal que establecerá pautas para la utilización y circulación de patinetes eléctricos dentro de la localidad.
El consistorio ha avanzado a este periódico que la Policía Local de Arona continuará trabajando para asegurar el cumplimiento de las regulaciones existentes y fomentar la concienciación en torno al uso responsable de patinetes eléctricos y de uso personal. Y esperan que la futura ordenanza municipal brinde un marco legal apropiado en beneficio de toda la comunidad.