Procedente de La Gomera, con algo de retraso, llegaba a última tarde del viernes al puerto de los Cristianos la Luz de la Paz de Belén, portada por dos jóvenes del movimiento Scouts. En la terminal del muelle la acogió una pequeña comitiva formada por el obispo nivariense, responsables del movimiento citado y algunas personas de la organización.

De allí fue trasladada hasta la plaza de los pescadores donde ya se formó la comitiva festiva que, al ritmo de una batucada y con el cántico de Villancicos, se dirigió a través del paseo marítimo a la parroquia del Carmen del citado municipio del sur de Tenerife. Durante el recorrido se iba entregando a los viandantes una vela con el anagrama de esta acción pastoral y una pequeña explicación.

El obispo Álvarez presidió la celebración de acogida y entrega de la Luz. Comenzó recordando el pasaje del profeta Isaías que hace referencia a que “el pueblo que habitaba en tinieblas acogió una luz grande”, invitando de este modo a los presentes a acoger este signo navideño procedente de la misma cueva de Belén. Tras una pequeña ambientación, en la que se escuchaba el estribillo de la canción: Sé mi luz,  entró en la iglesia solemnemente la Vela que había sido recogida en Palencia, desde la cual fue encendido el “farol de la Misión diocesana” que estaba situado delante del altar.

El prelado Nivariense señaló en la celebración que los pastores tuvieron unos misioneros, los Ángeles. Cuando ellos tuvieron el encuentro con el Niño lo contaron también; se convirtieron en discípulos misioneros. Que la Navidad sea una oportunidad para que la Luz de Cristo llegue a cada uno de nosotros, para así poder iluminar- fue explicando.