Las deficiencias de funcionamiento de la Estación Depuradora Arona-Adeje (EDAR) sobre los vertidos que este verano han obligado a prohibir el baño en la playa de Troya por la contaminación. Además, existe una fuga permanente de aguas fecales que se estaría produciendo en el Barranco de Troya.
14 de Septiembre de 2016 | Julio Concepción, consejero de Podemos en el Cabildo de Tenerife, informa que los primeros resultados de las pesquisas que ha realizado su grupo político sobre las deficiencias de funcionamiento de la Estación Depuradora Arona-Adeje (EDAR) y sobre los vertidos que este verano han obligado a prohibir el baño en la playa de Troya por la contaminación que ha provocado esta infraestructura, “arrojan datos tan preocupantes, que vamos a llevar la problemática a la próxima Comisión Insular de Sostenibilidad y Medio Ambiente”.
Entre las preocupantes averiguaciones que ha hecho la formación morada, Concepción destaca que esos contaminantes vertidos “al parecer no se producen de forma puntual o excepcional”, sino que “son permanentes” y que responden “tanto a problemas de funcionamiento de esta depuradora comarcal dependiente del Consejo Insular de Aguas como al deficiente tratamiento que se está dando a los residuos fecales que se vierten al mar”.
Julio Concepción explica que hace una semana preguntó por escrito al consejero insular con delegación especial de Aguas, Manuel Fernando Martínez, “cuánto nos cuesta cada año esta depuradora”, así como cuántas bombas están en funcionamiento en la estación de bombeo y si su rendimiento es satisfactorio. Además, añade, ha preguntado por la fuga permanente de aguas fecales que se estaría produciendo en el Barranco de Troya y ha pedido el resultado de las muestras tomadas a mar abierto de las aguas negras depuradas vertidas a través del emisario de esta depuradora “para conocer el resultado de las analíticas”.
Detalla que, según las informaciones facilitadas a la formación, esta estación depuradora cuya gestión fue adjudicada a la empresa Degrémont Iberia, ahora llamada SUEZ Treatment Solutions, “podría estar haciendo un tratamiento precario a las aguas residuales que vierte al mar para abaratar costes”. De confirmarse esa negligencia “estaríamos ante un caso gravísimo de contaminación del mar en el que nos bañamos residentes y turistas y en el que viven, entre otras especies protegidas, los cetáceos que tanto dicen proteger nuestros responsables políticos y que tantos beneficios generan a empresas privadas y a las arcas públicas por el interés que generan entre nuestros visitantes”, alerta el representante insular de Podemos.
Reseña también que el vertido permanente de aguas fecales mal tratadas, “pone en riesgo la salud de los bañistas y también la de quienes consumimos peces capturados en esas aguas, sea vía pesca tradicional o vía cultivos acuícolas”. A ese tratamiento deficitario, añade, “se une el problema de vertidos incontrolados como el que obligó a cerrar la playa de Troya este verano por la presencia de bacterias de origen fecal como la Eschirichia coli”, una negligencia, dice, “que podría tener su origen en la falta de inversión en el mantenimiento de la estación depuradora”.
“Estamos ante un problema realmente grave que está poniendo en riesgo la salud de muchísima gente y que, además –subraya–, complica el riesgo de sanciones de la Unión de Europea por los irresponsables vertidos de aguas negras que salpican todo el litoral de Tenerife”. Como ejemplo del poco interés del Cabildo hacia la contaminación por aguas residuales, recuerda que entre Las Américas y Santa Cruz, es decir, en todo el Sur y Sureste de la Isla, no existen sistemas de depuración dignos de tal nombre, y entre Las Américas y Santiago del Teide, incluyendo a este último municipio, prácticamente tampoco. Y critica que el presidente insular Carlos Alonso y su Gobierno de CC-PSOE “dediquen más atención a majaderías como la de enviar abrazos antibrexit al turismo británico, proyecto al que han destinado 100.000 euros, que al grave problema de contaminación que padece Tenerife por aguas fecales, algo que ahuyenta al turismo con o sin Brexit”.